Nuestras finanzas, después de Culiacán

Al estar a escasas cuatro semanas para que se lleve a cabo la primera edición del Open Banking Fintech & Blockchain en el Hotel St Regis de la Ciudad de México, evento que pinta para ser el más grande en el país en torno a la industria Fintech, y en el cual he tenido oportunidad de participar con la empresa Fintech Connector como aliada, me inquieté por el resultado que se pudiera suscitar en los mercados financieros derivados de lo ocurrido la semana pasada en Culiacán.

Parte de los patrocinadores y panelistas de este evento son actores activos de la industria financiera internacional, y se les pretende atraer para que funjan como inversionistas en proyectos de emprendimiento en esta industria en México. Por lo que resultaba para mi muy inquietante el que observarán un país inseguro, y en el que leyeran en nuestros periódicos sobre la reacción de nuestras fuerzas armadas ante un hecho de esta naturaleza, así como nuestra nula estrategia de seguridad, y nuestro resultado fuera generación de desconfianza y nulo interés para invertir en la región.

Sin embargo, sorprendente fue que estos no se alteraron. Inclusive, un día después, el mercado cambiario cerró en 19.09 por dólar, su nivel más bajo en tres meses.

Credit Default Swaps es otro de los indicadores que ha tenido una mejoría sistemática en las últimas semanas, éste es un indicador que pega directamente al tema de riesgo-país

La razón para que esto no se modificará es la percepción de que el combate al narcotráfico o enfrentamientos que ocurren entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales, tienen un impacto acotado a determinados territorios y no afectan en forma generalizada el desempeño de la economía del país.

Al contrario, algunos ven con urgencia la necesidad de que las empresas desembolsen mayores cantidades para garantizar la seguridad de instalaciones, mercancías, y de su personal. La amenaza de la inseguridad se percibe como algo que tiene que cambiarse e internalizarse en los costos de las empresas.

Otra razón, es que el mundo está en caos, y en el caso de las multinacionales, a veces tienen operaciones en lugares que tienen una situación más grave que en México. Muchas veces estos imprevistos les generan costos adicionales, los cuales deben de ser bien calculados para no sobrepasar la rentabilidad.

Una razón, pegando indirectamente, es la gran adopción digital que han tenido los recursos de las actividades ilícitas. Según el estudio "Sex, Drugs, and Bitcoin: How Much Illegal Activity Is Financed Through Cryptocurrencies?", las criptomonedas se encuentran entre los mercados no regulados más grandes del mundo.

Son nuevamente las empresas pequeñas y medianas las que salen lastimadas, estas siguen padeciendo por la inseguridad de manera directa. Padecen los estragos de cobro de "derecho de piso", extorsión, robo, saqueo. Y tristemente, estas no pueden cubrir un gasto extra para cubrirse del crimen.

Por lo que las organizaciones empresariales deben de crear un fondo de contingencia nacional con el cual le puedan ayudar a sus agremiados afectados y con el cual, a través de la innovación y nuevas tecnologías, puedan colaborar en controlar los actos delictivos en las Pymes. También deben de integrar una red que permita, entre otras cosas, compartir experiencias de innovación y evangelizar a los actuales dirigentes en la necesidad de implantar mejores prácticas que logren forjar una nueva cultura política más representativa y confiable con pilares como innovación social, economía colaborativa y gobierno abierto.

Si detrás de este hecho se percibe la dificultad para hacer valer el Estado de derecho en México, como una circunstancia general, esto si pudiera ser un ingrediente que afecte negativamente a los proyectos de inversión de muchas empresas.

Se necesita innovación para revertir la tasa de eventos delictivos en este país e inculcar un verdadero y bien enraizado Estado de derecho, con el cual a piso firme avancemos y no vivamos en la zozobra de que hechos nos puedan afectar.

@GamboaSofia

"El valor de tu casa es el precio que tu vecino

Quiere pagar por ella".

Confucio