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Singularidad económica

Un esperanzador común denominador

Singularidad Económica

Un esperanzador común denominador

Un esperanzador común denominador

SOFÍA GAMBOA
"Un estado próspero honra a los Dioses".

Esquilo de Eleusis, Poeta trágico griego

Todos aquellos que componemos los diferentes sectores económicos del país vamos caminando día a día adolecidos por la pausa que vive nuestra economía, son cada vez más sectores quienes viven estresados y nerviosos por el rumbo que tomaremos.

Es la primera vez que veo como todas las ramas económicas se encogen o luchan para sostenerse, nadie se anima a invertir, nadie se anima a gastar.

Mientras López Obrador continúa diciendo que vamos muy bien, para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado es un hecho que la economía del país está claramente estancada, y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas afirma que aún cuando continúa la debilidad de la actividad económica, no se cumplen con los criterios de una caída significativa para considerar que la economía se encuentra en recesión.

Para el IMEF, los indicadores manufacturero y no manufacturero, que han tenido tendencia negativa desde octubre, podrían sufrir aún más debilidad al cerrar el año. El indicador manufacturero no había tenido niveles tan bajos desde abril del 2017, mientras que el Indicador No Manufacturero mantiene tendencia negativa a la baja desde hace 9 meses.

Estados como Durango y Zacatecas, que cuentan como una de sus industrias principales la minería, han visto caer la actividad en esta, producto de la tendencia negativa de la caída de la producción petrolera. Otra de las industrias que hemos visto muy adolecida es la construcción, la cual cerrará tal vez como uno de los peores años de la historia.

Aunque la manufactura y el comercio al por menor siguen mostrando tasas positivas, se debe de subrayar el hecho de que se acentúa su debilidad al mostrar una clara desaceleración. Por el lado de la oferta de bienes y servicios el PIB, registró una disminución de 0.4%, su primera caída desde el último trimestre de 2009.

El consumo de los hogares y del gobierno registraron crecimientos muy débiles. Mientras que la inversión pública y privada continuaron con tasas negativas. Las exportaciones han sido el único componente del Producto Interno Bruto (PIB) que mostró un buen crecimiento.

La semana pasada el INEGI publicó el PIB para el tercer trimestre del año. En este se registró un crecimiento trimestral del 0.1%, lo que significa el crecimiento más grande del año, pero a la vez, con una caída de 0.4% respecto al tercer trimestre del año. Esto puede leerse como un nulo crecimiento del PIB para el cierre del año.

Aunque sabemos que se crece poco en los primeros años de una nueva administración, nunca se habían dado estos resultados, en donde si bien nos va tendremos un crecimiento del 0.3%.

En la transición de Vicente Fox se cayó el PIB 0.4% en el primer año, con Calderón hubo una caída de 1.2%, y con EPN la economía obtuvo una caída de 2.6%.

El común denominador ha sido desaceleración de la inversión tanto pública como privada, esto debido a cambios de personal que ejecuta la inversión y el gasto público, así como el sentido de posponer proyectos de inversión por parte de los empresarios, esta pausa inicia desde la época electoral y abarca hasta que el mandatario genera un ambiente de confianza para invertir.

Podríamos decir, por lo tanto, que este año la economía ha experimentado el común denominador, con algunas particularidades, entre las que destacan: crisis transitorias que restaron actividad económica como el combate al robo de combustibles, las huelgas en la industria maquiladora en Tamaulipas y el bloqueo a las vías férreas de Michoacán; la suspensión de las obras de construcción en la Ciudad de México; la lenta reactivación de los proyectos de inversión del sector privado, que ante la desconfianza que ha generado en este estrato social las políticas del nuevo gobierno, esta reactivación ha sido más lentas que en otros primeros años de sexenio.

Lo que podríamos esperar para el año 2020, son retos, pero con un mayor optimismo propiciado por: al no estar en el primer año de gobierno, la ejecución del gasto y la inversión pública será más aplicable y varios empresarios podrían reactivar proyectos de inversión; los años bisiestos históricamente han agregado 0.26% al PIB; incremento de la producción petrolera.

@GamboaSofia

Escrito en: Singularidad económica caída, inversión, economía, crecimiento

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