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COP25: resultados desalentadores

A LA CIUDADANÍA

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

Acaba de terminar en Madrid la Conferencia de las Partes (COP25), reunión internacional que da seguimiento a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, cuyos resultados no son alentadores considerando la situación de emergencia climática que prevalece en el planeta. Como lo expresó Carolina Smith, presidenta de la COP25, "Aún no están los consensos para aumentar la ambición a los niveles que necesitamos".

Tal parece que los principales opositores a alcanzar los acuerdos necesarios que permitan avanzar a nivel global (Estados Unidos, China, India, Rusia, Arabia Saudita, Australia, Brasil y Japón) limitaron la declaración final denominada Chile-Madrid. Tiempo de Actuar, como se había planteado en los Acuerdos de París (AP) en 2015, para reducir la contaminación provocada por los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que están provocando el calentamiento de la Tierra.

Dichos países, que a la vez se encuentran entre los principales emisores de GEI, no aceptaron cumplir con los compromisos derivados de los AP, incidiendo para que se pospusieran medidas más urgentes ante la apremiante situación que se enfrenta para evitar suba la temperatura arriba de 1.5 grados centígrados. De hecho, Estados Unidos desde noviembre pasado anunció su retiro formal de la Convención y es de esperarse que también lo haga Brasil, ambos gobernados por presidentes conservadores escépticos ante el Cambio Climático, incluso este último se llevó la denominación del Fósil del Día por sus políticas antiambientales.

Si bien hubo avances como como el acuerdo entre los gobiernos en la definición del estado de urgencia y la necesidad de aumentar la ambición para responder al cambio climático en la siguiente mitad de siglo, algunos aspectos clave se difirieron para las reuniones intermedia de Bonn y la COP26 de Glasgow por celebrarse en 2020. Se espera que en ellas se avance en la actualización y cumplimiento de sus contribuciones nacionalmente determinadas (NDC) para poder lograr en 2050 una condición de carbono neutral.

Se entiende la postura de los países opositores por las dificultades que enfrentan para transitar hacia una economía verde, ya que al concentrar gran parte del aparato industrial que genera los GEI les representan costos muy altos para realizar una transición energética, pero lo que no se acepta son posturas irresponsables de gobernantes como Trump o Bolsonaro que niegan el fenómeno del calentamiento global, o de otros políticos y directivos de grandes corporativos empresariales que han realizado escasos esfuerzos por avanzar en la aplicación de medidas acordadas en las diferentes COP, particularmente la de 2015 celebrada en París.

Uno de los aspectos en que se avanza lentamente es en incrementar el financiamiento de políticas públicas en los estados menos desarrollados que les permitan enfrentar los efectos de la crisis climática, particularmente aquellos que se sienten más amenazados por su vulnerabilidad ante los efectos de dicha crisis, el caso de los llamados Estados Insulares. La Alianza de Ambición Climática ha establecido que se requiere comprometer cuatro trillones de dólares para alcanzar el carbono neutral en 2050.

También causa desaliento la débil participación de México en esta COP25, país que tiene una política pública con una estrategia de transición energética cuestionable por seguir apostándole prioritariamente a las energías fósiles y no a las energías alternativas, de ahí su tangencial participación en esta reunión internacional.

Tal parece que el secretario de medio ambiente, Víctor Toledo, no ha podido incidir en la definición de una política ambiental nacional más congruente en el espectro global, pero a la vez es muy preocupante que los gobiernos locales, tanto estatales o municipales, no definan políticas públicas o apliquen mayores presupuestos en su ámbito que les permitan contribuir a enfrentar el mayor desequilibrio ambiental que marca la época actual.

Si bien gran parte de las entidades federativas ya cuentan con planes de Acción Climática que les permita actuar en sus territorios y con su población, reflejan una clara indiferencia al destinar pobres recursos para implementarlos aplicando las medidas de adaptación y remediación que permitirán en un futuro próximo sortear los efectos devastadores que se esperan por los cambios en el clima. Alguien tiene que decirles que tales vacíos y omisiones deben subsanarse a la brevedad para que sus políticas ambientales tengan un efecto más preventivo y no reactivo, como ha sucedido hasta ahora.

No se diga de los municipios, donde la mayor parte de los alcaldes reflejan una percepción desasociada de la realidad, particularmente aquellos que se caracterizan por ser importantes generadores de GEI, ya debieran haber elaborado sus planes municipales de Acción Climática. Tal omisión les exhibe como gobernantes carentes de visión, sin horizontes claros para orientar su desarrollo económico y social local por la senda de la sustentabilidad. A ellos también alguien debe informarles sobre la época en que viven y la responsabilidad que tienen con sus gobernados.

Escrito en: a la ciudadanía políticas, permitan, efectos, particularmente

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