Ansiedad y miedo por confinamiento

Ansiedad, miedo, impotencia, desesperanza, inutilidad, angustia, tristeza, enojo y frustración son algunos de los sentimientos que se han experimentado con frecuencia entre los habitantes, durante el confinamiento. La pandemia de Covid-19 ha puesto a prueba la resiliencia de todos pero cada quien ha respondido de una manera distinta, de acuerdo a las herramientas con las que cuenta.

En una conferencia virtual que se impartió a través del portal de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el presidente de la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría, David Szydlo Kon, abordó que buena parte de la población está ansiosa no solamente por la posibilidad de infectarse o de que se infecten sus familiares, sino por todo lo que implica la cuarentena.

Adicionalmente se viven duelos que tiene que ver no solo con la pérdida de la vida sino de muchas pérdidas que ha dejado la pandemia.

También se han reportado más casos de depresión, las obsesiones se han agravado y se han desarrollado fobias por el temor de perder la salud, el empleo, la economía y por la violencia.

Ante ello, el riesgo de desarrollar un estrés postraumático (característico de eventos agobiantes, no anticipados y devastadores), es latente, y los jóvenes no están exentos, por lo que expuso algunos lineamientos sobre lo que se puede hacer para conservar la salud mental.

Llamó a no entrar en pánico porque la mayoría de las personas que tienen Covid-19 sólo desarrollan síntomas leves, además de que la mayoría de los síntomas neurológicos son transitorios y tratables, sin embargo, los problemas mentales tienden a ser de larga duración por lo que se deben prevenir.

Si alguien tiene síntomas de estrés postraumático deben buscar ayuda profesional ya que “echarle ganas” no es suficiente y salir de esa condición podría tardar meses o hasta años.

Prevención

Tener una actitud positiva, alimentación sana, descanso, ejercicio y sistemas de apoyo funcionales ayuda ante la emergencia sanitaria.

La diversificación de actividades y evitar el alcohol y el consumo de sustancias, además de los descansos frecuentes, ejercicios de relajación y la revisión médica de padecimientos específicos, ayuda también a brindar más tranquilidad.

Pese a la adversidad, el panorama es alentador porque ha habido programas que han funcionado en casos como las Torres Gemelas, los feminicidios de Ciudad Juárez y los sismos en la Ciudad de México, por lo que consideró que se deben implementar estrategias, programas y políticas públicas para evitar que se desarrolle estrés postraumático entre la población.