Trabajo infantil, triste realidad

Es común ver a los niños realizar alguna actividad económica en diferentes ámbitos, sin embargo, en muchos casos se incurre en abusos y acciones que van en contra de su sano desarrollo.

Para la Unicef (United Nations International Children's Emergency Fund), no está mal que los infantes realicen algún trabajo, incluso hay actividades que pueden ayudarles a su formación.

Lo anterior, siempre y cuando no se afecte de manera negativa a su salud y su desarrollo, ni interfiera con su educación, que deben ser las prioridades para los niños.

De hecho, la Convención No.138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) permite cualquier tipo de trabajo ligero, que no interfiera con la educación, a partir de los 12 años.

En la cultura mexicana, es común que las familias involucren a los hijos en actividades domésticas o incluso económicas, sobre todo cuando existe alguna empresa o negocio.

Dicho involucramiento está bien, siempre y cuando no se incurra en las omisiones ya mencionadas, pues hay que recordar que el desarrollo adecuado de los niños, es una prioridad.

La realidad para algunos dista mucho de ese sano desarrollo que merecen tener, sobre todo para los que desde muy pequeños andan limpiando parabrisas, vendiendo chicles o haciendo malabares en la calle.