Vengo
Vengo de vidrios rotos,
Espejos calcinados por lenguas de melancolía
Del vuelo de los pájaros que cimbran el rocío.
Vengo del rosa de tus pechos vírgenes,
De la quietud rasante en las ondas de los peces.
Vengo desde la soledad a contemplar tu nido,
A contemplar la lluvia del mundo que gira y se desata
Entre tus manos, entre cúmulos de viento
Cuando pasa y se agita de celo en la memoria.
Vengo de la mirada que lloró la piedra,
Del molino de trigo y de la barca,
De las manzanas que gimen en la cesta de luna y arenillasde la paz otoñal,del pan y las cigarras
Vengo del fondo de un sueño que cruza nuestro cieloy se ancla en la sombra de tus labios.