México cuenta desde este martes con un registro de fosas clandestinas, con datos desglosados por Estado, lugar, número de fosas y cuerpos exhumados. De momento, los datos refieren únicamente a los hallazgos de los primeros cinco meses y medio del nuevo Gobierno. A los 81 sitios ubicados, cementerios ilegales hallados en cerros, páramos y terrenos pantanosos de todo el país. A las 222 fosas desenterradas en esos sitios. A los 337 cuerpos que los investigadores, ayudados de familiares de víctimas, han encontrado en el subsuelo.
El registro no incorpora de momento los cementerios, las fosas y los cadáveres -los trozos de cadáveres, en realidad- que se hallaron antes. Y son muchísimos. Diferentes estudios e investigaciones periodísticas publicadas estos años ofrecen una imagen desoladora del país, convertido en una enorme tumba. A finales del año pasado, Quinto Elemento, una organización de periodismo de investigación, presentó un mapa de fosas con datos obtenidos de fiscalías de todos los estados, de las fosas y los cuerpos hallados. De 2006 a 2016, desvelaron, se encontraron al menos dos mil 884 cuerpos en mil 978 fosas. Y faltan las de 2017 y 2018.