En su primera visita a Gómez Palacio como presidente, Andrés Manuel López Obrador anuló la posibilidad de que el Metrobús sea una realidad en esta ciudad y Lerdo, después de que sometió este proyecto a votación a mano alzada, entre los asistentes al acto donde dio a conocer avances de los Programas Integrales del Bienestar.
Bajo el argumento de que la democracia es consultar al pueblo y de que en su gobierno no habrá ninguna imposición, López Obrador optó por pedir la opinión de quienes ahí se encontraban.
Y, como lo dijo "para medirle el agua a los camotes", pidió levantar la mano a quienes consideraban que no hace falta este proyecto en La Laguna de Durango, ante lo cual se elevaron los brazos de miles de personas que ahí se encontraban, mientras que los pocos que se atrevieron a expresar que sí es necesario, recibieron abucheos de los demás.
Después, tras sentenciar que "el Metrobús no va", López Obrador hizo otra consulta, para definir si el dinero de ese proyecto se destina a atender las necesidades de agua potable o a equipar el Hospital de Especialidades de Gómez Palacio, que no ha iniciado operaciones por falta de tecnología y personal médico. La gente votó a favor del agua.