
¿Qué es el trotting?
Si has tomado la decisión de comenzar a ejercitarte o si simplemente estás aburrida de encerrarte en un gimnasio todos los días, entonces una excelente alternativa es hacer deporte al aire libre.
A diferencia del running, el trotting te permite combinar lo mejor de correr con caminar, lo que lo convierte en una alternativa perfecta para principiantes o para personas que desean tener resultados efectivos sin desgastarse con ejercicios de alta intensidad, ya que se basa simple y sencillamente en trotar.
Un estudio elaborado por la Universidad de Essex en el Reino Unido demostró que el ejercicio al aire libre favorece de manera significativa el estado de ánimo, mientras mejora el autoestima, en comparación con el que se realiza en espacios techados.
Además, al llevar a cabo una actividad física en exteriores lograrás distraerte con distintos escenarios y observar tu alrededor, lo que logrará que te distraigas y que por lo tanto el tiempo pase más rápido.
Por si fuera poco, un estudio realizado por la doctora Eva Selhub y el biofilósofo Alan C., demostró que las personas tienen menores niveles de cortisol, la hormona del estrés- después de entrenar al aire libre, en comparación con aquellas que entrenan entre cuatro paredes.
Para dominar el arte del trotting, es fundamental que pongas especial atención a tus pies, a tu calzado y a tu posición en general. Cualquier pequeño fallo al apoyar los pies puede acabar en una lesión, como las temidas tendinitis. Incluso en las rodillas, o causar dolores de espalda.
Es importante recordar que tu corazón necesita tiempo para acostumbrarse a cualquier actividad física, por lo que se recomienda empezar caminando un par de minutos y posteriormente aumentar el paso hasta llegar a una velocidad de trote constante, verás como en pocas semanas podrás llevar a cabo este ejercicio durante aproximadamente media hora sin perder el aliento. Antes de terminar, no olvides estirarte y hacer ejercicios de enfriamiento para evitar lesiones.
No se recomienda estirar de manera estática, este trabajo debe ser dinámico, por ejemplo, trazando movimientos circulares lentos con el tobillo, la rodilla y después con la cadera. Luego, da zancadas hacia delante con la espalda recta, como si quisieras tocar el suelo con la rodilla pero sin llegar a hacerlo. Alterna una pierna con la otra.
Y para terminar, empieza a andar y ve aumentando el ritmo poco a poco.
ADOPTA LA TÉCNICA CORRECTA
Una buena técnica ayuda a no sobrecargar las rodillas y la espalda. Para ello, al hacer la zancada, debes apoyar primero el talón en el suelo, luego la planta y por último los dedos. Lleva las piernas paralelas y acompasa el movimiento con los brazos.
Además, estos nunca deben cruzar por delante del pecho al bracear. Tus pasos no deben ser muy largos y, para ganar velocidad, lo que debes hacer es irlos acortando.
El tip
Alterna un par de minutos caminando y uno, corriendo suave. Cuando te sientas cómodo aumenta el tiempo trotando y reduce el de caminata. En unas semanas trotarás media hora sin asfixiarte.