
Sustancias tóxicas en alimentos
Existen ciertos productos frescos y naturales que incluyen en su composición sustancias tóxicas que resultan innecesarias e incluso dañinas para nuestro organismo. No solo hablamos de los aditivos que con tanta frecuencia se utilizan en la industria alimentaria, sino de sustancias tóxicas que nacen de manera endógena en los alimentos, es decir, que forman parte de su constitución más esencial.
1. SOLANINA
Este primer elemento forma parte de la composición de uno de los tubérculos más consumidos en todo el mundo: la patata. La solanina es una toxina natural que actúa como pesticida o fungicida contra los animales, los insectos o los hongos que pueden atacar su cultivo. Es venenosa siempre que se consuma en grandes dosis; por ejemplo, una persona podría caer envenenada si ingiere 70 patatas de una sola sentada. Para evitar esta situación, lo mejor es conservar la patata en un lugar fresco y oscuro.
2. BIOTOXINAS
Ahora nos trasladamos a las profundidades del océano, donde las almejas y los mejillones se alimentan de algas que contienen seres microscópicos que generan toda clase de biotoxinas marinas. Estas sustancias se trasladan después al organismo del comensal con múltiples efectos: paralizantes, amnésicos, diarreicos... Al igual que la solanina, estas toxinas no se inactivan al ser cocinadas. Además, el mayor problema para el consumidor es que no alteran el aspecto del alimento ni desaparecen con ningún tratamiento. La única medida preventiva es no consumir productos recogidos o comercializados sin control. Las ostras, los berberechos, las coquinas, las vieiras, las chirlas o los erizos de mar también incluyen este compuesto.
3. CIANURO
Esta sustancia, que se utiliza habitualmente para fabricar veneno, está también muy presente en algunas frutas y verduras. Conocida como glúcosidos cianogenados, es posible encontrarla en los brotes de bambú, el maíz, las almendras y en las semillas del melocotón, la manzana, las ciruelas o las cerezas, entre otros. Para llegar a este trágico desenlace, una sola persona debe masticar e ingerir todas las semillas de entre 19 y 25 frutos de un solo tirón.
4. LECTINA
Las alubias secas, las lentejas, los guisantes, la soja, los garbanzos y otras legumbres similares son una fuente rica de proteínas y fibra, además de destacar por su increíble efecto saciante.
Sin embargo, también poseen una sustancia conocida como lectina, que nuestro sistema digestivo es incapaz de procesar. Es entonces cuando el cuerpo humano genera anticuerpos para luchar contra ella, con efectos variables. Los síntomas más frecuentes son hinchazón y dolor abdominal, estreñimiento, vómitos o diarrea, muy relacionados con el síndrome del intestino irritable. Las lectinas también andan detrás de ciertas enfermedades como las úlceras pépticas, la diabetes tipo 2 o la artritis. Afortunadamente, estas toxinas se destruyen al mantenerlas en remojo durante 12 horas o al hervirlas durante más de 10 minutos.
Nitratos
Afecta a las verduras de hoja, especialmente a la lechuga y las espinacas.
Micotoxinas
Esta sustancia forma parte de la composición de los cereales, el cacao, el café, las especias y frutas deshidratadas.