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Orquídeas a la luz de los siglos

Clementina Montenegro Cesaretti

ORQUÍDEAS A LA LUZ DE LOS SIGLOS

Clementina Montenegro Cesaretti

Clementina Montenegro Cesaretti

DANIELO HERNÁNDEZ

Todos hemos perdido algo con esta pandemia, unos más que otros. Sin duda, aquellos cuyas rutinas estaban basadas en el contacto diario con la gente sentirán que estos meses han transcurrido más lento que todos los anteriores que vivieron. Quienes han entregado su vida a la enseñanza podrán dar cuenta de eso. Las aulas repletas de murmullos y risas se ven aún lejanas. Clementina Montenegro Cesaretti lo sabe, la música que a diario sonaba en su prestigiada academia se encuentra en una obligada pausa.

La maestra Cesaretti, como también se le conoce cariñosamente, es directora de orquesta, ingeniera, empresaria cultural, docente, concertista y encabeza su propia academia de enseñanza musical para niños y jóvenes. Mujer altamente creativa, impetuosa, dedicada, llena de disciplina y poseedora de un generoso espíritu que le permite compartir sin restricciones las bondades que el arte infunde. Desde niña creció entre instrumentos y arpegios, en sus útiles lo mismo se encontraban el cuaderno doble raya y el pautado; a sus escasos doce años ya ingresaba a la Escuela Superior de Música para aprender violín y piano. De ahí, su talento interpretativo en el violín la llevó en 1982 a integrarse a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez del Estado de Durango siendo entonces la única niña con tal privilegio y responsabilidad.

Clementina continuó con sus estudios musicales y para 1991 ya era Directora de la Orquesta de Cámara de la Universidad Juárez, responsabilidad en la que permaneció hasta 2002. De manera simultánea a su desarrollo artístico, se daba tiempo para crecer profesionalmente obteniendo los títulos académicos de ingeniera industrial electrónica y maestra en planificación industrial, graduándose con honores en ambas.

Ahora en 2020, la pandemia ha puesto en pausa las actividades presenciales de la Academia Cesaretti, y al mismo tiempo nos ha privado de las exquisitas y pintorescas presentaciones de su orquesta conformada por sus alumnos -la mayoría niños- que ya se habían vuelto tradición en los programas de festivales culturales y otras celebraciones.

Clementina, al igual que muchos, ha tenido que reinventarse aprovechando al máximo la tecnología que nos mantiene a distancia, las clases y los recitales ahora son virtuales. Como en otros retos y aventuras, al lado de esta mujer se encuentran su marido y sus dos hijos quienes comparten a su modo, el gusto por la música y la enseñanza. Su esposo dirige el coro de la academia e imparte la técnica de alientos, su hijo Armando organiza los conciertos a distancia e incluye intérpretes y solistas de todos los rincones del mundo con los que compartió experiencias a su paso por el Conservatorio de Boston; finalmente Aldo Rafael su hijo menor, a quien el síndrome de Down no lo limita para ser el encargado de enseñar las técnicas de ejecución musical a niños de dos a cinco años de edad.

Ahora todos nosotros aprovechamos para voltear a ver el camino andado, para encontrar en lo cotidiano aquello que ya no priorizábamos; pero sobre todo, para redescubrir o conocer a personas que conjugan talento, tenacidad, creatividad, ideas y habilidades y que son ejemplos a seguir.

Gracias maestra Clementina Montenegro Cesaretti por todas las vidas de niños y jóvenes que ha tocado con su magia, esperamos verla pronto con su batuta en mano dirigiendo sus sueños y dando vida a fantasías para todos.

Escrito en: Orquídeas a la luz de los siglos academia, niños, maestra, Cesaretti

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