
¿Cuál es la vitamina de la felicidad?
Es sabido que la principal fuente de vitamina D para nuestro organismo proviene directamente de la radiación solar. Pero ¿qué pasa ahora que estamos en casa -eso no significa que dichas radiaciones no se filtren por las ventanas-? Existen diversos alimentos que contienen vitamina D, por ejemplo, los cereales fortificados, el salmón, la sardina, la yema del huevo, el camarón, la leche (fortificada) y el jugo de naranja. Un consumo balanceado de estos será suficiente para reponer aquella cantidad faltante.
Es importante aclarar que no necesitas vitamina D en tu dieta todos los días ya que tomarla altas dosis, durante largos períodos de tiempo, podría debilitar tus huesos. En realidad, la mayoría de las personas deberíamos tomar vitamina D a través de una dieta variada y equilibrada y, claro, tomando un poco de sol.
Durante el confinamiento, aunque consideres que no estás expuesto a las radiación solar, esta se filtra a través de nuestras ventanas. No obstante, tomar el sol a través de nuestras ventanas unos minutos al día no nos hace daño, siempre usando protector.
Por otro lado, puedes consumir en pocas cantidades algunos suplementos de esta vitamina, bajo la prescripción de tu médico.
Es importante para tener huesos, dientes y músculos sanos. La falta de ella puede conducir a una deformidad ósea. Los suplementos de vitamina D están disponibles en supermercados y farmacias, pero es recomendable consultar siempre con un especialista antes de prescribirte cualquiera de estos. Algunos estudios también sugieren que la vitamina D podría ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y, claro, la osteoporosis.
Las personas que reciben la suficiente cantidad de vitamina D y de calcio en sus dietas pueden retrasar la pérdida de mineral óseo y reducir el riesgo de fracturas óseas, así que no dejes de consumirla.