Renovar o morir

Me vino la frase de "Renovar o morir" muy utilizada y que empleaba mucho un amigo en mi época de juventud (porque yo también fui joven) y que ahora queda perfecta para el momento crítico que vive la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), al quedar exhibida en la pandemia que le impidió celebrar la temporada 2020.

Quizá nuestro beisbol de verano no se encuentre en "terapia intensiva", pero sí fue desnudado por el Covid-19 y lo que dejó ver no fue para nada agradable.

Apenas el domingo pasado todo era palabras festivas por la ocasión de la celebración del 95 aniversario de este organismo que es el más longevo y de más edad en esta disciplina deportiva, cuando tres días después todo se vino abajo con la cancelación, la primera en su historia, de una temporada. Una fechoría más de este 2020 que ha sido nefasto para la humanidad.

Y fíjese usted lo que son las cosas, en 1980, hace EXACTAMENTE 40 años (al rato se dará cuenta del motivo de las mayúsculas), la LMB tuvo que suspender y luego dar por terminada su temporada regular. La razón es muy conocida aquí en Durango y fue por el tema de la Anabe.

En aquella ocasión, nosotros éramos muy pequeños para comprender todo ese tema de la Asociación Nacional de Beisbolistas que buscaban mejores condiciones para laborar y decidieron hacer un paro laboral y echar a andar una liga alterna.

Debido a esa "huelga" Durango perdió a los queridos Alacranes, ya que no regresaron para la campaña 1981. La LMB suspendió operaciones el 1 DE JULIO DE 1980, cuarenta años antes del fatídico miércoles 1 DE JULIO DE 2020. Una gran coincidencia que nos hizo notar Pedro Meré, actual manejador de Olmecas de Tabasco.

En cuanto a la Anabe, creo que hace cuatro décadas la LMB no estaba preparada para un tema sindical, pero estoy convencido que ahora sería un buen momento para pensar en una agrupación de jugadores que vele por los intereses de ellos mismos. Son otros tiempos y creo que la mayoría de los nuevos propietarios de equipos tienen una visión más humana y acorde a las realidades del mundo en general.

Muchas cosas tendrá que hacer la LMB para llegar al 2021 fortalecida, ya que si se muestra en las mismas condiciones para el próximo mes de abril, el riesgo será el mismo, ya que la enfermedad de nuestro circuito veraniego no es el Covid-19 y es mucho más peligrosa y difícil de sanar.

La LMB necesita dejar atrás las antiguas prácticas, reconocer que se tiene un problema, adaptarse a los tiempos modernos y conformar un modelo de negocios que le permita optimizar recursos y colocarse a la vanguardia en materia deportiva, mostrando un producto atractivo para el aficionado y socios comerciales.

No es posible que haya equipos que dependan de la taquilla y de la cantidad de cartones de cerveza que vende en cada juego, claro que el ingreso por estos rubros es muy bueno, pero ni los boletos vendidos ni la venta de bebidas debería de ser el punto decisivo para decidir si hay o no temporada, en nuestro caso a puerta cerrada.

Atrás deben de quedar los años en los que los equipos se movían de plaza a diestra y siniestra. Un año eran Rojos del Águila de Veracruz y al otro Tecolotes de los Dos Laredos; un día jugaban en Reynosa como Broncos y luego aparecían como Bravos de León y así han sido innumerables los cambios de plaza que tienen un efecto negativo en la intención de hacer un producto atractivo.

Quizá suene exagerado, pero hay equipos en la LMB que perjudican al conglomerado, no quiero decir marcas, pero hay por ahí cuatro o cinco directivas que lejos de aportar, frenan el desarrollo la profesionalización y los planes de innovación. Dicen que los muertos apestan a los tres días y aquí hay varios que nadan de "muertito".

Franquicias grandes como Diablos, Acereros, Sultanes, Toros, por citar algunos, requieren de sus compañeros más "pequeños", pero los necesitan sanos para todos fortalecerse como un conjunto.

Hay que invertir en medios, en esquemas de televisión que puedan atraer a socios comerciales a nivel nacional, de esos grandes. Se tienen que crear ídolos en cada plaza, y para eso hay que evitar la rotación de jugadores.

Se necesita atrapar a nuevos aficionados; hay que llevar el beisbol a todos los rincones, buscar más espacios y plataformas de distribución. Se tiene que ver como inversión todo el recurso que va destinado a estas áreas y no como un gasto.

Los periodistas son los que nos hacen el favor de convertirse en el enlace entre la LMB y la afición; de ellos depende que nuestro producto se muestre, se venda, se escuche más fuerte, más claro y más lejos.

Afortunadamente en los últimos diez años la LMB ha dado pasos en una nueva dirección, por el camino correcto que lleva a la profesionalización de la LMB y que regresen las épocas cuando el rey de los deportes fue el más importante del país, por encima del futbol.

Aquellos años en que los estadios se llenaban y asistir al parque era una moda que se vio reflejada en el cine mexicano.

Es momento de revisar que se ha hecho bien, porque no todo han sido desaciertos, pero también es hora ya de aceptar y buscar la ruta adecuada para llevar al beisbol mexicano a donde debe estar y de donde nunca debió caer.

No puede ser poco a poco, llegó la hora de ponerse en acción. Como punto a favor se tiene que una nueva ola de empresarios con sangre joven e ideas frescas y renovadoras se ha estado involucrando en la LMB en equipos como Acereros, Generales, Saraperos, Algodoneros, Toros, Pericos, Leones, Bravos y en parte también en Sultanes que han iniciado una transformación a pesar de que, en algunas latitudes, todavía quedan algunos "dinosaurios" por extinguirse.

No se puede depender de lo que hagan o dejen de hacer los Gobiernos, ya que ellos sólo deben estar para facilitar, pero no para cargar a los equipos; sus funciones son otras y cada propietario deben de tomar a sus franquicias como un negocio (como varios ya lo hacen) y no como un "hobbie".

Sólo me queda espacio para un par de párrafos más y yo invitaría a la LMB a trabajar unida hoy más que nunca. Se necesita aprovechar este episodio para buscar obtener algo positivo.

Estoy seguro de que hay mucho que aprender de todo esto y seguramente "esta patadita al precipicio" era necesaria para atreverse a aprender a volar.

Cancelar la temporada creo que fue la decisión adecuada. Nada es más importante que la salud.

Lo triste es toda la gente que ha perdido, o perderá su fuente de empleo. Espero que sean los menos.

Por favor cuídese mucho. Esto es en serio.

Buen día, es viernes; que hoy le vaya bien.

Goodbye Horses.....!!

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