La vacuna no será como en el Titanic
Compartiré algo que leí en un artículo sobre la tasa de supervivencia de los pasajeros del Titanic.
Al ser una situación de vida o muerte, lo más lógico hubiera sido que el más fuerte y el más rápido corriera a ocupar primero el bote salvavidas.
Sin embargo, las estadísticas mostraron que, de las personas que iban a bordo, se salvaron el 51 por ciento de los niños, el 74 por ciento de las mujeres y solamente el 20 por ciento de los hombres.
Resulta que el capitán del barco, Edward Smith, ordenó: "¡Sean como los ingleses!".
Es decir, se siguieron las instrucciones del capitán, de salvaguardar la vida de los más frágiles...
Lo que hoy, por supuesto, no estamos viviendo en nuestro barco mexicano, cuyo capitán, de entrada, no ha logrado predicar con el ejemplo con las medidas sanitarias. Expertos en comunicación aseguran que la negación constante al usar el cubrebocas de parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha traído graves consecuencias.
Existe, aún, la incredulidad de parte de un sector de la población mexicana de que existe el virus, además de que es peligrosamente letal.
Y el esquema de vacunación, hoy, por lo pronto, no llega a los más frágiles, como fue durante la crisis más severa del Titanic: salvaguardar a los más sensibles.
Nada agradables las comparaciones. Sin embargo, remarcar que, desde el primer día en el cargo, Joe Biden, dentro de diversos cambios que decidió, está el pedir a toda la población de Estados Unidos usar cubrebocas. Aseguró que algunas de las acciones a emprender, en lo inmediato, ayudarán a cambiar el curso de la crisis de la Covid.
Y aunque la Secretaría de Salud proyectó que para el mes de abril se alcance la aplicación de 10 millones de vacunas, a decir verdad, en todo el territorio nacional el proceso va lento. Al paso que vamos, estas estimaciones no se alcanzarán. Hasta este miércoles, apenas, se rebasó el medio millón de vacunados.
A esto le sumamos las diversas situaciones que se han presentado durante los procesos, que se traduce en una accidentada vacunación. Con formas que se convierten en fondos importantes para analizar.
Por un lado, está el involucrar a los llamados Servidores de la Nación, quienes son las mismas personas que entregan el recurso de programas sociales del Gobierno Federal.
Distintas voces opositoras reprobaron, además, que los Servidores de la Nación sean los primeros en ser vacunados; incluso, antes de médicos o personal de salud que se encuentra en la primera línea.
Además, está el inevitable "influyentismo", del que tanto se habla y poco se atiende, ya que hay evidencias de cómo personajes que no son del sector urgente para recibirla ya fueron vacunados.
La semillita de la vacuna, le falta bastante tiempo para que veamos germine en México; por lo tanto, es demasiado aventurado, seguir desafiando este virus que ha dejado miles de familias enlutadas.
@ArlnContreras