Duranguenses no completan para el mandado; algunos hacen ayuno

Raquel González tiene 83 años de edad, vive sola y solo tiene de ingreso la pensión de los 68 años y más.

“Yo no tengo marido, ni nada, vivo de mi pensión y de lo que Dios me dé”, comentó que aunque padece de hipertensión, existen días que ha tenido que hacer dieta o ayuno obligatorio.

Dijo que en ocasiones acude a comprar lo que le alcance con 50 pesos, aunque con esa cantidad no se acompleta una comida.

“De por sí yo ya me había quitado hasta el pollo de mi alimentación, hoy también he retirado las tortillas porque ya están caras, cuando vengo a comprar lo necesario, ya ni un dulce me puedo comprar para mí”, comentó.

Doña Raquel aseguró que prefiere hacer de comer un solo día a la semana con lo que tiene, la raciona en porciones y lo guarda en el refrigerador para administrarlo y consumirlo los días restantes de la semana.

Aseguró que hay ocasiones en las que ese guardado no son suficientes para terminar la semana, por lo que se ve obligada a hacer ayuno.