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'El Maguito', hacedor de lluvia

Yo río libre

'El Maguito', hacedor de lluvia

'El Maguito', hacedor de lluvia

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

El estado de angustia que provocó en todos los campesinos y ganaderos de los estados del norte de México las sequías de los años 1951 y 1952 fue campo propicio para hacer creer a los afectados que el problema de la lluvia artificial estaba resuelto, máxime que intervinieron en la llamada resolución del apuro, funcionarios y empleados de instituciones oficiales y una nube de hacedores de lluvia particulares.

Se aprovechó la angustia y miseria del pueblo para revivir prácticas supersticiosas. La prensa de la Ciudad de México dio la noticia de que en el estado de Puebla si continuaba la sequía se perderían por completo las cosechas en las tierras de temporal, por lo que la Mitra local iniciaba una serie de rogativas para pedir al Creador que se registraran abundantes lluvias lo más pronto posible.

O bien, en los periódicos del estado de Chihuahua, aparecía la siguiente invitación:

"Atentamente invitamos a los habitantes de esta ciudad, a ir en peregrinaciones al Santuario de Guadalupe para pedir a Nuestro Señor, por intercesión de la Santísima Virgen, el beneficio de la lluvia. La peregrinación partirá de Catedral a las ocho de la noche de hoy domingo. A quienes estén imposibilitados de asistir los invitamos a unirse a la intención de la peregrinación rezando un Padre Nuestro y un Ave María a esa hora. Chihuahua, Chihuahua, 14 de junio de 1953. Acción Católica Mexicana".

Creemos que los datos citados son suficientes para dar una idea del clima moral que ocasionó el fenómeno de la sequía.

Es obvio entonces que haya aparecido un aventurero embaucador, quien decía poseer un rifle de su invención cuyo disparo produciría nubes de lluvia. Pero lo que no tiene nombre es que periodistas poco escrupulosos le hicieran propaganda y aun salieran a su defensa cuando la Secretaría de Agricultura y Ganadería a través de la Dirección de Geografía y Meteorología previno a los agricultores y ejidatarios del país no se dejaran sorprender con las promesas de dicho extranjero.

Del alud de sugestiones, proyectos y solicitudes que transcribían de la Presidencia de la República para el Servicio Meteorológico, llegó un profesor rural a quien por su estatura y condición amable, lo motejaron "El Maguito", quien se decía poseedor de unas cuantas sustancias radiactivas secretas, basadas en la ficción del átomo, para provocar lluvia.

Como dicho profesor deseaba hacer las demostraciones correspondientes, se le dieron toda clase de facilidades.

Y el primer experimento lo hizo mediada la mañana instalando en un cuarto que tenía ventanas practicables hacia los cuatro rumbos: Esparció unas sustancias y pasado cierto tiempo, abrió las ventanas para que los átomos de ellas entraran en contacto con la atmósfera libre, y aseguró que dentro de dos o tres horas se produciría la lluvia.

Y lo que fue estupendo. Efectivamente a las dos de la tarde se soltó un chaparrón que abarcó casi exclusivamente el contorno del edificio del Observatorio.

Esto naturalmente provocó un acentuado desconcierto entre el personal, desconcierto que subió de punto cuando aseguró "El Maguito" que si no graduaba sus sustancias podría provocar hasta una tromba.

En vista del éxito obtenido en esa primera experiencia y sus afirmaciones, se convino en hacer pruebas en un término de quince días pero en forma rítmica, es decir un día hacía sus experimentos, dos no los hacía, etc., y al término de este periodo cambiar el sistema, dos días seguidos hacía el experimento y uno no, etc.

El resultado final fue la comprobación de que no había relación de causa y efecto en la caída de las lluvias, aun cuando no quedó conforme el interesado con el dictamen rendido.

También "El Maguito" reapareció en La Laguna en marzo de 1953, auspiciado por la Confederación Nacional Campesina, para llenar la presa Lázaro Cárdenas, y como tenía que suceder no logró su objetivo.

De las pruebas hechas por empleados oficiales estuvieron las de Galeana, Nuevo León, del 12 al 16 de junio de 1953, en las que se empleó hielo seco.

De acuerdo a las versiones periodísticas, el día 12 un avión militar tripulado por un experto piloto se elevó cerca de seis mil metros y dejó caer sobre las nubes gran cantidad de hielo seco.

El día 18 la noticia fue como sigue: Tuvieron éxito los experimentos para provocar lluvia artificial en Nuevo León.

Monterrey, N.L., junio 17.- Oficialmente se informó hoy que el experimento de provocar lluvias artificiales mediante el bombardeo de bancos de nubes con hielo seco, ha dado un magnífico resultado, lloviendo copiosamente en Allende, Montemorelos, Hualahuises y Doctor Arroyo.

Esas maniobras sirvieron para calmar el ansia de los campesinos y ganaderos, nada más.

Aun así, la hazaña de "El Maguito" quedó registrada en el Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística titulado La sequía en México y su previsión, de enero-junio de 1957, que muchos años después, en 2002, encontré en un tendido de libro viejo en Torreón.

@kardenche

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