Kiosko

SORBOS DE CAFÉ

Es mejor que te quedes

SORBOS DE CAFÉ

Es mejor que te quedes

Es mejor que te quedes

MARCO LUKE

Es mejor que te quedes.

Si. Sé que es una locura que te lo pida yo mientras mi sangre va marcando el camino hacia donde te persigo.

No se trata de una locura.

Llamémosle mejor, riesgo. Un bello, pero peligroso riesgo.

A final de cuentas, ¿acaso no es la vida un riesgo en sí misma?

Todo es una apuesta y toda derrota tiene su revancha.

Por eso, es mejor que te quedes.

Ya lo hemos perdido todo, pero aún nos resta el futuro, la muerte y una cama para seguir escribiendo historias con nuestro sudor.

Tenemos en nuestras manos la improbable oportunidad de protagonizar otro capítulo de este cuento. No importa si es de hadas o habla de nuestras almas.

Es mejor que te quedes.

Lo digo porque vendrán esos años donde sólo podremos voltear al pasado para sonreír con sinceridad orgullo, o con la hipocresía de quienes te admiran.

Ya te puedo ver, recargándote en la mesa, sosteniendo una copa orgullosa de un pasado que te inventaste, mientras la verdad sostiene tu dolor justo en el apagador, para poder llorar así, a oscuras, donde nadie te pueda ver.

Es mejor que te quedes.

En este lugar siempre has mentido, y yo, nunca te he creído, pero te amaba.

Es aquí donde tus engaños corrían por el patio gracias a mi libertad, esa con la que decidí creer en ti.

Comencé a ver caer tu piel, pero no quise aterrorizarme, preferí amar tus cicatrices tanto, que aún desfigurada, yo te veía hermosa.

No hubo manera de sostenerte. Por tu propia cuenta te dejaste caer.

Dejaste llegar los estragos del tiempo, nunca envejeciste, sólo te envileciste.

Hiciste visibles los rasgos del tiempo, se marcaron en las paredes y quedaste a la intemperie.

Es mejor que te quedes.

No es absurdo que te lo pida aún cuando yo ya no estoy ahí.

No es absurdo que te ruegue que te quedes con lo último que me queda de fuerza.

No es absurdo que te exija que te quedes y pinte esta casa con las últimas gotas de sangre que me restan.

No estarás sola, creo que nunca lo estuviste. Siempre hubo alguien que estuviera dispuesto a sustituir la soledad.

Lo malo fue que huían en cuanto te vestías.

Tampoco te faltó quien conversara contigo. Lo malo fue que su léxico no iba más allá de dos o tres vulgaridades con las que certeramente te seducían.

Después de eso, se quedaron mudos.

Es mejor que te quedes.

Hubiera podido quedarme, pero prefiero un millón de veces estar vagando por el mundo sin rumbo y sin esperanza, que quedarme donde estés tú.

Por eso, te ruego que te quedes y nunca salgas de la cárcel que has construido.

Es mejor que te quedes... para nunca más coincidir.

A un paso de ti

Puedo ver a través de tus ojos el mar.

Podría asegurar que las olas las mecen tus manos.

Desde que te conocí, conocí también la forma en cómo acariciar al mar.

Con mucha ternura, con esa paz que nunca había sentido, lo acaricias y él, se calma.

Es sorprendente la maestría con la que tomas con tus dedos a los bracos que flotan en el horizonte.

Recorres la playa y veo al océano apresurarse para salir a la orilla y besar tus pies, para adorarte como lo he comenzado a hacer yo.

Y ahí voy. Detrás de ti cuando amanece, cuando el sol desaparece, cuando digas mi nombre, sobre todo cuando digas que aún no me amas.

Será suficiente con amarte yo, y con la promesa de que cuando se seque el mar lo harás tú.

A un paso de ti, y a miles de no haberte conocido.

Escrito en: Sorbos de café nunca, quedes, eso,, absurdo

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas