
Fallece Súper Muñeco
El personaje de Súper Muñeco surgió en 1983, su máscara lo caracterizó a lo largo de su carrera, misma que está basada en el payaso "Cepillín".
El luchador Súper Muñeco murió este miércoles a los 59 años de edad, en los últimos días se reportó que el gladiador se encontraba hospitalizado y su estado de salud era grave.
"Gracias a este señorón del espectáculo fue que inspiré para hacer la máscara de Súper Muñeco", declaró el luchar a "Estrellas del Ring".
"El personaje yo lo cree en la preparatoria, y a los 22 años se convirtió en Súper Muñeco", declaró el luchador en una entrevista a "Más Lucha".
La tapa del histórico gladiador estaba conformada por la característica sonrisa blanca, un fondo negro y la nariz roja, todos los detalles del maquillaje que utilizaba el conocido "Cepillín".
SU BATALLA PARA SER LUCHADOR
La batalla más grande enfrenta a dos gladiadores poniendo sus máscaras en juego, y en México un esteta hizo del triunfo en esos combates una adicción: Súper Muñeco, un luchador que sudó sangre para ser profesional, hasta convertirse en una leyenda de los cuadriláteros.
Nació con la lucha libre corriendo en sus venas. A los seis años ya entrenaba, viendo en su padre su principal motivación, después, a los 14 empezó a luchar, pero su progenitor hizo honor a su nombre (Sanguinario) parándolo en seco: "En la arena San Juan, me vieron luchar sus compañeros y cuando llegué a la casa ya me estaba esperando con el cinturón y me dio una tunda", solía recordar el "Muñeco".
Pero sabía que su padre tenía razón, solo que la juventud y las ganas de ser luchador lo nublaron hasta que logró darle vida al popular personaje, que inspirado en "Cepillín" y otro luchador llamado el Vagabundo, dio sus primeros costalazos en 1983.
Los obstáculos surgieron por todos lados, usar una máscara de payaso ofendía a muchos, pero su arrojo le dio el valor para vencerlos: "Te voy a ver luchar y si no respondes, vas a ver cómo te va a ir al bajar", le dijo César Valentino alguna vez. La respuesta la dio el público, que emocionado le aventó dinero por su manera de luchar.
Valentino le pidió que lo buscara después, pero el chamaco no quería luchar en las arenas grandes, hasta que sorpresivamente apareció su nombre en una revista, donde anunciaban su debut en el Pavillón Azteca: "Me daba miedo y no estaba seguro de ir. Recuerdo que en la puerta del lugar, todavía me resistía a entrar", compartió en entrevista con El Universal hace unos años.
Además no contaba con licencia del Distrito Federal, y el comisionado en turno se negaba a dejarlo luchar, pero mucha gente iba a ver al nuevo esteta y tuvo que acceder, con la condición de que aprobara después el examen, la respuesta surgió otra vez del respetable: "Me volvieron a aventar dinero".
Ante la afición, el personaje había aprobado, pero a la hora de buscar su licencia, la rudeza lo azotó: "Hice cuatro veces el examen y lo pasé, pero no me dejaban luchar con esta máscara. Hasta que me rompieron la nariz me la dieron".
FAMA
La fama se había apoderado de él, pero no se daba cuenta, era sólo su trabajo: "Cuando llegaba a las arenas y la gente se me dejaba venir me asustaba, no sabía lo que pasaba". Su vida había cambiado, la lucha libre se apoderó de ella y él aceptó entregarse por completo: "El hombre encarnó un sueño infantil y demostré que sí se puede hacer realidad".
Las máscaras fueron cayendo, muchas veces temió perder, pero los trofeos se fueron acumulando, desde la primera tapa del Intocable hasta la de Coco Verde, la leyenda fue creciendo hasta presumir más de un centenar de incógnitas ganadas.
El personaje surgió en 1983 inspirado en "Cepillín"; quitó más de 100 máscaras.