
Los aguamieleros de Durango
Uno de los oficios que casi han desaparecido del paisaje urbano es el de los aguamieleros, quienes por lo general se trasladan en un triciclo cargando consigo contenedores con la tradicional bebida, ya sea hervida o al natural.
Para quienes no han tenido la fortuna de degustar el aguamiel, es una exquisita bebida blanquecina, con un sabor dulce y un aroma ligeramente herbáceo, extraída del interior del maguey desde tiempos remotos. Una vez fermentada, después de 24 a 48 horas, se convierte en pulque. Asimismo, después de haber pasado por un largo proceso de ebullición, se puede obtener la miel de maguey, muy buscada en temporada de Cuaresma para ponerle sabor a las torrejas.
LA PRODUCCIÓN DEL AGUAMIEL
Esta bebida ancestral se extrae por aspiración. Una vez obtenido el aguamiel, se le coloca al cajete una piedra encima, para proteger el dulce líquido. Al llegar a su destino, el aguamiel deberá colarse con una manta doble, debido a que el maguey concentra alrededor de sus jugos, una vasta cantidad de mosquitos, atraídos por el azúcar.
LOS AGUAMIELEROS DE DURANGO
Don Trino, quien vive en El Pueblito, se dedica desde hace más de 30 años a este oficio. Le fue heredado por su padre, quien décadas atrás, vendía el aguamiel en la ciudad de Durango. La bebida que don Trino ofrece es principalmente el pulque y el lugar donde lo vende se localiza en la subida, rumbo a la presa Guadalupe Victoria.
Otro de los aguamieleros que abastecen la ciudad es Gabriel Ortega, originario de El Tunal. El aguamiel, crudo y también hervido, junto con el pulque, los entrega a diario en la ciudad de Durango a 5 repartidores, quienes ya lo están esperando en su respectivo triciclo, desde las 9 de la mañana, por los rumbos del Arroyo Seco.
Por su parte, don José Chávez, uno de los 5 aguamieleros que le compra su producto a Gabriel, cubre la ruta del Centro Histórico de la Ciudad. Diariamente ofrece su refrescante bebida montando en su triciclo. Además del aguamiel crudo y hervido, también ofrece miel de maguey, pan ranchero, semitas y gordas de horno, con una sazón tan exquisita, que quienes le compran, se remontan a sus años de infancia.
Don José tiene algunas anécdotas de gente que ha mejorado su salud tomando el aguamiel a diario, y él mismo es el vivo ejemplo de fortaleza y vigor para recorrer las calles de la ciudad. Beberlo a diario, dice, es el secreto.
PLANTA ANCESTRAL
De las referencias acerca de los frutos del maguey que tenemos de nuestro Durango antiguo, lo documenta Xavier Gómez en su libro "Bojedades", en donde rescata que a las 12 del día, con la fruta de temporada, se escucha el lastimero pregón del puuuuuulque duuuuulce y aguamiel hervidooooo. En cuanto al quiote, Xavier dice que es un chicle azteca que se vende en ruedas, se masca, se escupe, es bueno y fresco.
Uno de los mitos que existen es que si el aguamiel se derrama en la tierra, el maguey se secará y ya no regalará su bondadoso líquido, por lo que en caso que éste se deba desechar, deberá ser en un río.
FUENTE:
Gómez, Xavier (1985). Bojedades, Libros I, II y III. México: Editorial ITD.