Van contra 30 años de rezago en semaforización

Circular por las calles de Durango puede ser todo un riesgo, a la falta de cultura vial de los ciudadanos se añaden aspectos como la negligencia, calles del Centro diseñadas hace décadas para carretas o la falta de señalización. Por ejemplo, Durango presenta un rezago de décadas en semaforización.

En el proyecto de infraestructura vial de la Dirección Municipal de Seguridad Pública de la capital se contempla iniciar esta semana la reparación de las luces de los casi mil semáforos de la mancha urbana, para reducir así el riesgo de que se presenten accidentes vehiculares por esta causa.

Pero vamos por partes. Según el estudio denominado "Congestión de Tránsito. El problema y cómo enfrentarlo", producido por la Unidad de Transporte de la CEPAL, "los semáforos son una forma más sofisticada de controlar una intersección. Permiten separar los períodos de tiempo en que se puede avanzar por cada calle que llega a una intersección. La distribución de tiempos se denomina reparto, en tanto que ciclo es el tiempo transcurrido desde el inicio de una determinada fase hasta que ella vuelve a activarse".

Se trata de instrumentos que son tan importantes y a la vez tan cotidianos que su planeación puede ser fundamental para agilizar o congestionar una vialidad, por lo que han sido considerados dentro de escenas de películas, obras de teatro y grandes obras literarias. Basta ejemplificar que el mismo José Saramago situó en "Ensayo sobre la ceguera" el inicio de la epidemia que fue sumiendo a la población en una única visión de una luz blanca.

Fuera del romanticismo, los semáforos de Durango han dado pena durante años. Algunos no funcionan, otros están tan opacos que ni siquiera se ven a la "hora cero" y otros tienen alguna luz fundida.

Pero más vergonzoso aún es ocasionar un accidente vial por pasarse la luz roja de algún semáforo. Según los registros de la misma Dirección Municipal de Seguridad Pública, tan sólo en el periodo del 11 al 17 de julio se registraron 854 accidentes automovilísticos, y el 23 por ciento fueron ocasionados por ignorar la luz roja del semáforo.

Esos mismos registros colocan al bulevar Francisco Villa como la arteria vehicular donde más accidentes automovilísticos se registraron, seguido de los bulevares Guadiana, Durango, De la Juventud y Felipe Pescador. De las calles de Centro, Aquiles Serdán es la que más incidencias de accidentes reportó.

Este es un parámetro claro de la importancia de que la autoridad correspondiente, en este caso el Ayuntamiento, ofrezca señalización que verdaderamente garantice la seguridad de automovilistas y peatones.

Otro ejemplo de esto se reveló en el Estudio Nacional del Costo de la Congestión 2018, titulado "¿Cuánto cuesta la congestión vehicular?", que difundió el Instituto Mexicano para la Competitividad, en el que por primera vez se midió el impacto social y económico de la congestión vehicular en 32 ciudades del país.

Durango se situó en el lugar 26 de dicho ranking con un costo anual de 215 millones de pesos al año a causa del congestionamiento vehicular; además, el costo por cada capitalino por estos mismos motivos fue de 801 pesos anuales.

Pero también se valoró el tiempo que los ciudadanos pierden en los congestionamientos, como aspecto invaluable en la dinámica de las personas. En Durango perdemos 24.19 horas en el tráfico al año, que fue equiparado a ver 16 películas, leer seis libros, jugar 16 partidos de fútbol o correr 24 carreras de 10 kilómetros.

El Ayuntamiento de Durango logró adquirir las luces LED que permitirán, por fin, sustituir las lámparas de cada uno de los cerca de mil semáforos principales que existen en la mancha urbana, lo que permitirá modernizarlos, ofrecer mayor seguridad para conductores y peatones, además de reducir el consumo de energía eléctrica por cada aparato. Ahora será responsabilidad de cada ciudadano esperar estos señalamientos, cuidar que no los dañen y demostrar nuestra civilidad.