
Situación. La manera en que muchos mexicanos sobrellevarán la vejez es incierta y es que menos del 60% de la población tiene posibilidad de ahorrar pensando en su retiro.
La manera en que muchos mexicanos sobrellevarán la vejez es incierta y es que menos del 60% de la población tiene posibilidad de ahorrar pensando en su retiro y la mayoría usa esos recursos para imprevistos y gastos de corto plazo.
¿QUÉ ES?
La afore tuvo sus orígenes con la creación del IMSS, el 19 de enero del 1943, ésta fue la primera Seguridad Social y la institución que además de proteger a los trabajadores con un servicio médico, financió su pensión gracias a lo que generaban otros integrantes activos; sin embargo, con el crecimiento de la pirámide poblacional esto ya no fue posible y en 1992 se creó el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en el cual los trabajadores aportaban el dos por ciento de lo que ganaba para su retiro y el cinco por ciento para vivienda.
El SAR inscribía a los trabajadores con su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), lo que provocó algunos problemas pues podrían existir dos o más personas con el mismo registro, además, era el patrón quien decidía qué institución bancaria administraba la en ese tiempo se llamó Icefa.
Todos aquellos que comenzaron a trabajar de manera formal en 1997, Ley 97, prácticamente se autopensionan con lo que logran ahorrar en su afore, por lo que también hay algunas opciones para hacer aportaciones voluntarias o complementarias, que ayudarán a que el monto que se reciba al jubilarse sea mayor.
APORTACIÓN VOLUNTARIA
Las aportaciones voluntarias están divididas en dos: de corto y largo plazo. Las de corto plazo se pueden retirar cada dos o seis meses, el que se ahorra va desde los 50 pesos y no puede exceder el 10% del salario del trabajador.
Las aportaciones a largo plazo pueden ser deducibles de impuestos y éstas permanecen al menos cinco años en la cuenta afore, la cantidad que se puede ahorrar es hasta el 10% del salario mensual del trabajador y están disponibles hasta que se tramita la pensión. También existen opciones con otras entidades financieras para todas las personas, tengan o no un trabajo formal, que quieran tener una mayor estabilidad económica en la vejez.
¿CÓMO ME REGISTRO EN UNA AFORE?
Desde la primera vez que se cuenta con seguridad social del IMSS o ISSSTE se puede acceder a una afore, para registrarse se requieren estos documentos:
- Número de seguridad social (NSS)
- Clave única de registro población (CURP)
- Correo electrónico
- Identificación oficial
- Comprobante de domicilio
En la actualidad las administradoras de las afores tienen procedimientos muy sencillos mediante sus agentes de prevención quienes hacen la firma biométrica (toma de huellas dactilares) y firma de contrato. Es importante saber en dónde está la cuenta de ahorro ya que es el patrimonio con el que se contará en la vejez.