
Consejo. Recuerda que debes guardarlos en un lugar fresco y seco.
El huevo es uno de los alimentos más consumidos en todas las dietas. Seguramente en todas las neveras de prácticamente cualquier lugar podemos encontrar una docena de huevos.
En algunos casos, hay personas que compran los justos y necesarios que van a comerse durante esos días, sin embargo, si tienes gallinas que ponen huevos, puede ser que se te acumulen en la nevera y no sepas bien hasta cuando puedes consumirlos.
A la hora de saber si un huevo está o no en buen estado, hay que saber reconocer, primero de todo, cuando caduca. Por lo general, los huevos de compra suelen venir etiquetados en su cáscara, aunque no es así en el caso de los huevos ecológicos.
¿La solución para todos los casos? Saber que los huevos tienen una periodicidad de unos 28 días desde su puesta. De este modo, es a partir de ese tiempo cuando no se recomienda consumirlos. Además de eso, para saber si un huevo está bueno, hay que observar y analizar si tiene fisuras, grietas o algún otro defecto en su cáscara. Por tanto, si sabemos que han pasado 28 días desde su puesta, o si el huevo no tiene buen aspecto, no hay duda, lo mejor es no comerlos. Sin embargo, puede ocurrir que a simple vista los huevos estén estupendos, pero no sean aptos para consumir. En esos casos, hay algunos trucos que pueden ayudarnos.
TRUCOS
El truco infalible para saber si podemos o no comernos un huevo es el del vaso lleno de agua. Para realizarlo, tan solo basta con meter un huevo dentro de un vaso lleno de agua. Si el huevo flota y no se hunde, significa que está caducado y no se debe consumir. Sin embargo, si se hunde, puedes comértelo sin problema porque está fresco. Esto ocurre porque, a medida que el huevo pierde frescura, su cáscara se vuelve más porosa, por lo que se crea una especie de envoltorio que lo hace flotar. En esta línea, podemos saber la duración del huevo dependiendo de a cuánta profundidad del vaso se queda.
Existe otro truco que puede ayudarnos a reconocer un huevo que está bueno de otro que no lo está, y es gracias a su sonido.
Así, el sonido de un huevo al agitarlo puede indicarte si está bueno o está malo. Si al agitarlo suena el chapoteo de la yema, significa que el huevo no está bueno.
Finalmente, existe un tercer truco que te permitirá reconocer un huevo malo, aunque para éste ya sí debemos abrirlo y comprobar el estado de su clara. Si tiene un aspecto verdoso o un olor fuerte, similar al azufre, hay que desecharlo, puesto que no está bueno. En cambio, si la clara es transparente y gelatinosa y tiene un olor común, podemos comernos el huevo sin problema.
