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ESTEBAN G ROSAS

El miércoles pasado entró a nuestro país el frente frío número11 y le pegó fuerte al norte y en especial a Durango, donde se encuentra La Rosilla, en el municipio de Guanaceví, considerado el congelador de México. Ahí hasta en verano hay que ir con guantes y chamarra.

Cayó una buena cantidad de nieve cerca de la capital, cerraron carreteras para evitar accidentes con lo resbaloso del hielo, aunque algunos decidieron arriesgarse para ver de cerca y disfrutar del paisaje, que por las fotos parecía como un paraje de Suiza, pero más bonito. Así de hermoso es nuestro país, que, por más que hagamos para amolarlo, más padre se pone.

Pero la congelada no solo nos permitió recibir una temperatura bajo cero grados centígrados; 32 grados Farenheit; 273 grados Kelvin, sino también nos reportó el Inegi, el mismo día, que la economía creció al 3.3% en el tercer trimestre del año, no tan bien como el año pasado, pero bien, y eso que los intereses de la banca están altos. Pero, eso es una economía calientita, ¿no? Por supuesto, la bronca es que la leñita para el boiler del crecimiento lo está poniendo la construcción que creció en ese periodo anual al 24% y este sector es muy volátil.

La minería, que en los estados como Durango son sectores secundarios que aportan al PIB, tuvo un crecimiento anual de -3.5% y es su segundo trimestre a la baja, y las importantes industrias manufactureras, las que nos hicieron fuertes el año pasado, solo reportaron un 0.2% de crecimiento y con tendencia a la baja.

Estos resultados y tendencias, más que calentarme, me dan friíto, pues se acaban las grandes obras y se reduce el valor de la construcción y para abajo el PIB.

Las manufacturas, con estos resultados brutos, pueden pasar desapercibidas y quitarles su importancia en el crecimiento, ¿no lo creen? Necesitamos a todos los niveles procurar acercar y motivar el movimiento de "nearshoring" y no dejar que se convierta en un Far-Shoring, como apunta mi colega don George, pues aún no hay evidencia, más allá de la mediática, de relocalizaciones; la Secretaría de Economía reporta que, en todo el año, solo han llegado un 8% a México, de toda la inversión para proyectos nuevos. Espero que en el inmediato y corto plazo ya se cristalicen estas nuevas inversiones, para subir un poco la temperatura.

Podemos iniciar analizando por qué se están reubicando algunas empresas del norte hacia otra parte del mundo (en Durango ya hay varios ejemplos). ¿Será solo por los costos más bajos de la mano de obra? Si ese es el caso, que les vaya bien, pues aquí necesitamos manufacturas de un mayor valor agregado; eso del bajo costo de la mano de obra ya es un modelo obsoleto. Pero si hay razones de competitividad, como mano de obra capacitada, logística, impuestos, incentivos y cadenas de proveeduría, pues es momento de actuar y poner a trabajar a los sectores públicos y privados en diseñar y retomar mejores prácticas para retener las inversiones que tanto cuesta traer. Esto es responsabilidad de todos; no hay que echarle la culpa a nadie.

Disfruten de la nieve, pero la de "Chepo", tan famosa en Durango y en el mundo, en especial la de limón.

Ánimo...Brrrrr.

Escrito en: OPINIÓN solo, pues, grados, Durango

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