
De izq. a der. Cipriano Flores (antiguo Monarca), Arturo Contreras (actual Monarca), Ernesto Jurado y Juan Torres (actual Monarca). 1990. Actuales Monarcas Arturo Contreras y Felipe Rodríguez, al centro, el Viejo Mayor, Ildefonso Pacheco. 2022. Danza Guadalupana de la colonia Maderera. 2022. Ceremonia de Coronación en la calle 5, colonia Maderera.
Fundada en 1930, la colonia Maderera se encuentra ubicada al noroeste de la ciudad de Durango, a un costado del Santuario de Guadalupe y la Explanada de los Insurgentes, pasando las antiguas vías del ferrocarril. Es en este lugar donde algunos habitantes y lugareños de colonias vecinas, en honor a la Virgen de Guadalupe, llevan a cabo una danza tradicional de pluma o palma cada 12 de diciembre, llamada "Danza Guadalupana de la Colonia Maderera".
Arturo Contreras, actual Monarca y uno de los organizadores de la celebración, menciona que la danza fue traída por Gregorio Bonilla, un trabajador del cerro del mercado que participó por varios años en la danza de pluma con la que celebraban a la Santa Cruz ubicada en lo alto de dicho cerro, sin embargo, por requerimiento de la empresa minera, la cruz fue removida y la celebración desaparece en ese lugar.
Para el año de 1934, Gregorio Bonilla entonces vecino de la calle tres hoy llamada Puerto de Veracruz en la colonia Maderera, decide formar una danza en ese lugar e integrar a miembros de su familia y vecinos cercanos; por un lado, aprovecha su conocimiento y experiencia en la danza y, por otro, que contaba en su casa con un amplio corralón donde tenían la oportunidad de ensayar y bailar a manera de ofrenda, ahora en honor a la Virgen de Guadalupe dada la cercanía con su santuario.
Gregorio Bonilla sería el primer monarca de la danza guadalupana en la Colonia Maderera, le seguirían sus hijos, Isidro e Hipólito, años después su nieto Roberto y posteriormente se sumarían como monarcas Jesús Torres y Cipriano Flores. Menciona Arturo Contreras que, con el pasar de los años, Don Gregorio Bonilla y gran parte de su familia deciden trasladarse a otra ciudad, por consiguiente, dejan de participar en la organización, estar al frente y facilitar el espacio para la festividad religiosa; ante ello, los monarcas Jesús Torres y Cipriano Flores, así como los que participaban en la danza en ese momento, deciden para 1990 trasladarse a la calle 5 llamada hoy Puerto Salina Cruz, de la misma colonia, donde varios tenían su domicilio y se les facilitaba continuar ahí con su tradición. La danza en sus inicios era acompañada por violín y tambor hasta los años de 1960, posteriormente la danza se queda sin violinista y actualmente se hacen acompañan por cuatro, cinco o más tambores. Para 1995 se integran como monarcas primero Felipe Rodríguez (Pillo) y en seguida Arturo Contreras, quiénes juntos y con gran entusiasmo prevalecen y organizan la festividad hasta la actualidad.
Su vestimenta consta de camisa y pantalón, que cambian generalmente cada tres años, además, una mantilla al frente de la cintura y una capa, ambas adornadas con lentejuela y la imagen de la Virgen de Guadalupe que cambian cada seis años, además de un ceñidor a la cintura; en un principio la tela de todo el traje era de satín y adornada con fleco, en la actualidad utilizan tela de raso por tener mayor durabilidad; en la cabeza portan una corona, elaborada con base de lámina forrada en tela y adornadas con perla tejida por ellos mismos, en la parte posterior penden listones de colores de un metro de largo y en la parte superior unas tiras de lámina adornadas con plumas de colores; tiras con cuentas de papelillo les cubre la parte superior de la cara y una tela triangular les cubre la parte inferior del rostro; en la mano izquierda portan lo que ellos llaman palma, es una estructura de madera en forma de abanico adornada con plumas de ave y en la mano derecha sostienen una sonaja de lámina que agitan al ritmo de los sones que ejecutan. Los viejos de la danza utilizan vestuarios diversos, los hay improvisados hasta los muy elaborados con influencia principalmente de las series y películas de terror.
Dos monarcas son los responsables de organizar toda la festividad, apoyados por vecinos y personas de otras colonias, quiénes lo hacen por devoción o promesa a la Virgen. Los ensayos de la danza dan inicio generalmente el primer lunes de noviembre y terminan el 9 de diciembre previo a la festividad.
El 10 de diciembre hacen un altar a la Virgen de Guadalupe que colocan al centro de la calle 5 en la propia colonia Maderera, los danzantes se dan cita poco antes de las ocho de la noche, llevan su palma y corona que colocan cuidadosamente en el altar a los lados de la imagen de la Virgen.
A las ocho de la noche da inicio la ceremonia de coronación, los danzantes se presentan todavía sin el vestuario de la danza, lo hacen con su ropa de uso y en ocasiones con playera uniforme alusiva a la Virgen, en la mano derecha portan un sonaja y se acomodan en su posición en las dos filas; al frente de cada fila se ubican los llamados capitanes delanteros y en la parte posterior se ubican los dos capitanes traseros, quiénes son responsables de encabezar las mudanzas en cada fila, el monarca es quien dirige la danza y se ubica al centro de las dos filas acompañado por dos pequeños danzantes, el número de viejos de la danza es indeterminado y no tienen una posición fija.
Resuenan los tambores indicando que es tiempo de bailar, los danzantes agitan las sonajas marcando el ritmo, el monarca levanta su sonaja y la agita en señal de inicio: bailarán dos sones y en seguida el son de batalla; mientras esto sucede, los viejos "secuestran" a los monarcas y los esconden en un cuarto de una casa cercana, después de buscarlos por un rato, los capitanes de la danza presionan a los viejos para que les digan dónde se encuentran, en caso de no hacerlo los coronarán a ellos. Finalmente, los viejos acceden a entregar a los monarcas y éstos son coronados por los capitanes: hincados y frente al altar de la Virgen, les colocan la corona en la cabeza, después de la misma forma, se corona a los capitanes, danzantes y finalmente a los viejos de la danza colocándoles su máscara, al terminar gritan: ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey! Aplauden los viejos gritan y se escuchan los fuegos pirotécnicos.
Entre los sones que bailan durante los tres días de festividad se encuentran: La cruz sencilla, cruz de palma, la batalla, el preso, el bonito, la estrella, la portada, palma y huaje por fila, palma y huaje encontrado, la granada y la viborita.
El día 11 la cita es a la una y media de la tarde para subir al santuario de Guadalupe, todos los danzantes asisten con sus respectivos trajes, en un principio lo hacían al frente del antiguo templo, pero desde hace 10 años lo hacen en la parte de atrás frente al nuevo santuario donde permanecerán bailando hasta las ocho de la noche, se van a sus casas para regresar por la madrugada.
Para el día 12 llevan a cabo una extenuante jornada, asisten a las tradicionales mañanitas en el Santuario y bailan de la una a las siete de la mañana, a esa hora bajan a desayunar y regresan a las diez de la mañana para seguir bailando hasta las dos de la tarde; en ese tiempo se van todos juntos a una comida ofrecida por los dos Monarcas que consiste en asado, patoles y arroz, descansan un poco y nuevamente asisten a bailar al santuario de las cinco de la tarde a las ocho de la noche cuando concluyen su jornada en ese lugar, enseguida se trasladan hasta la calle cinco en la Colonia Santa María para bailar de las nueve y media a las diez de la noche y dar así por terminada su festividad intercambiando saludos y parabienes para el próximo año. ¡Vivamos nuestras tradiciones!
