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Decepcionante: la Conferencia Mundial del Agua no atendió los derechos humanos

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Decepcionante: la Conferencia Mundial del Agua no atendió los derechos humanos

Decepcionante: la Conferencia Mundial del Agua no atendió los derechos humanos

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

Pedro Arrojo, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, se dijo decepcionado por la falta de atención que la reciente Conferencia Mundial del Agua dio a los derechos humanos. "Debo ser honesto: me siento decepcionado", manifestó el 5 de abril después de algunos días de reflexión. Lo dicho, la justicia hídrica no vendrá de arriba.

Ese día, Arrojo compartió sus pensamientos acerca de las discusiones y resultado de la Conferencia del Agua de la ONU 2023 realizada en el contexto del Día Mundial del Agua, del 22 al 24 de marzo en Nueva York.

Refirió que en noviembre de 2022, el Consejo de Derechos Humanos transmitió al Foro Social "Agua para Derechos Humanos y Desarrollo Sustentable", que instara a la Conferencia a incorporar un enfoque de agua y saneamiento basado en los derechos humanos.

"Desafortunadamente, este enfoque fue descuidado durante la Conferencia y no aparece en su resultado. A saber, el juego cambió".

"Sabemos que hay 2 mil millones de derechohabientes sin acceso garantizado al agua potable y más de 4 mil millones sin saneamiento básico. Sabemos que los Estados miembros están obligados por derecho internacional para hacer efectivos sus derechos."

E instó a los Estados a reconocer los derechos humanos al agua potable y al saneamiento en las leyes nacionales y a desarrollar políticas presupuestarias y otras políticas públicas que implementen los derechos al agua y al saneamiento para todos, en particular para los que se quedaron atrás.

"Insto a los Estados y aquellas instituciones comprometidas a proporcionar financiamiento al agua y saneamiento a priorizar a esos 2 mil millones de titulares de derechos en su política, programa y disposiciones de financiación."

Al hablar del agua como bien común, advirtió: "Encontré prometedora la idea del ciclo del agua como bien común global. Sin embargo, firmemente creemos que la caracterización del concepto requiere una discusión profunda que debe incluir todas las áreas de especialización y experiencia."

Preocupa -añadió- que la idea solo esté siendo considerada desde una perspectiva económica, dejando los derechos humanos y las personas fuera de la discusión y definición del concepto.

-Durante muchos años he insistido en reconocer el agua como bien común, gestionado a través de la primacía del interés general por parte de instituciones públicas y proveedores de agua y saneamiento. Y senté las bases de este concepto en mi informe a la Asamblea General en 2021 "Riesgos e Impactos de la mercantilización y financiarización del agua sobre los derechos humanos al agua potable y saneamiento".

-En ese informe argumento que la gestión sostenible del agua implica un enfoque ecosistémico participativo vinculado a territorios, cuencas hidrográficas y acuíferos.

Como muestran las estrategias de cambio climático, la mitigación podría ser global, pero las estrategias de adaptación solo se trabajan con un sólido enfoque territorial.

Arrojo subrayó que el conocimiento tradicional y la experiencia comunitaria en el manejo de sus fuentes de agua debe ser prominente en la conversación. Sin embargo, "a lo largo de la Conferencia, los representantes de sociedad civil tuvieron poco tiempo para contribuir con experiencia y conocimiento en gestión de ecosistemas y gobernanza del agua. Así, las valiosas lecciones derivadas de prácticas de gobernabilidad democrática del agua, que sus sistemas de gestión comunitaria han ofrecido, no fueron escuchadas en la Conferencia."

Llamó a los Estados y a la ONU a que integren y apoyen el conocimiento y la experiencia de las comunidades a través de alianzas público-comunitarias.

La participación de los titulares de derechos en la arquitectura de la ONU para el agua fue definitoria de la Conferencia, "sin embargo, ocurrió al margen del programa oficial".

-El Manifiesto por la Justicia del Agua fue apoyado unánimemente, por primera vez, por movimientos sociales, ONG y representantes de pueblos indígenas, organizaciones campesinas, defensores ambientales y de ríos, sindicatos, operadores públicos de agua, colectivas de mujeres y jóvenes, sistemas comunitarios, iglesias y plataformas interreligiosas, universidades e investigadores.

"Este documento sin precedente merece la atención de los Estados miembros".

Además se presentó la Declaración de los Pueblos Indígenas.

Los Estados y la ONU deben acordar un sistema en el que los titulares de derechos de agua, y en especial las mujeres, participen en la implementación de los resultados de la Conferencia.

"Deben dar debido reconocimiento a los defensores del agua que a menudo son criminalizados, reprimidos e incluso asesinados por defender los derechos humanos al agua y saneamiento".

Por lo demás, dio la bienvenida a la decisión de celebrar una tercera Conferencia de la ONU sobre Agua en 2025.

Tras la Conferencia de 2023 queda, sin embargo, un sentimiento de decepción.

@kardenche

Escrito en: Yo río libre agua, derechos, Conferencia, Estados

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