El 'Ahá Moment'
En la vida hay situaciones que nos llevan a entender cosas de golpe o de manera repentina.
Eso mismo le pasó a Buda, un día sin más ni más alcanzó la iluminación, su ¡Ahá Moment!, su iluminación lo llevó a darse cuenta de la verdadera naturaleza de uno mismo, es decir, ahondar en el yo y disolverlo en la verdad del ser, de llegar al gran conocimiento, algo tan simple como saber lo necesario para ser feliz, justo, ecuánime y eficiente en la vida.
Los momentos Eureka (en griego que significa « ¡Lo he encontrado!») o el 'Ahá Moment' son esos momentos de iluminación que conducen a un gran descubrimiento, seguidos de una inyección de emoción positiva, porque comprendes la esencia del asunto.
Cuando te caiga el veinte, te vas a dar cuenta de algo... esta idea viene de hace años. Antes existían teléfonos de monedas (públicos) donde metías una moneda de $20 la introducías y oías como caía, luego entonces decías: "haaa ya cayó el veinte", así surgió esa expresión ¿te cayó el veinte?
En terapia le llamamos el 'insigth', es un término utilizado en psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como visión interna o entendimiento.
Mediante un 'insight' el sujeto capta, internaliza o comprende, una "verdad" revelada.
El fenómeno cognitivo conocido como 'insight' o "darse cuenta de" es utilizado en terapia clínica para llevar a cabo mejoras en el paciente, pues le permite tomar conciencia de una situación y conectarla con una solución o su comprensión, es como una especie de revelación, la sensación sería semejante a la de encontrar de golpe la manera de conectar todas las piezas de un rompecabezas.
Esos instantes de revelación llegan sin avisar, pero sí existen, todo el mundo puede tener un momento ¡ahá!.
Este inspirador momento eureka llega cuando el cerebro se desconecta, cuando la mente se relaja favorece a que de pronto aparezca la solución a esas preocupaciones.
Ese instante feliz en el que alguien atormentado por un problema se topa con la solución, llegan en el momento en que se da por vencido y decide dejar de pensar en ello. Cuando el cerebro está en reposo, está explorando todas sus posibilidades, probando toda su capacidad funcional, entonces se producen conexiones entre las diferentes áreas.
Se vale tomarte un respiro, desconectar y dejar vagar los pensamientos libremente.
Para algunos puede ser considerado poco productivo y perjudicial, pero muchos científicos también lo han valorado como una fuente de inspiración, dejar volar la mente parece ser beneficioso para resolver problemas de forma creativa.
Para muestra basta un botón, Albert Einstein: El padre de la física estaba en tranvía, observando el reloj de la torre de Berna, cuando encontró la forma de reconciliar la teoría del espacio con la teoría del tiempo.
Nikola Tesla: Paseando por un parque se le ocurrió la idea de corriente alterna e inmediatamente utilizó un palo para pintar la solución en el suelo. Isaac Newton después de observar cómo se cayó la manzana del árbol, mientras reflexionaba en el jardín se preguntó si el poder de esta fuerza podría extenderse mucho más de lo que la mayoría de la gente pensaba: ¿Por qué no tan alto como la Luna?
La historia oficial atribuye el momento eureka a Arquímedes, quien supuestamente al entrar en una bañera completamente llena, dedujo que la cantidad de agua que se derramaba era proporcional al tamaño de la masa que entraba en ella.
Los momentos eureka suceden cuando no estamos trabajando intensamente en encontrar una solución, y podemos observar de manera relajada la solución a problemas, es una combinación entre trabajo, descanso y una mente inquieta.
Relájate, has una pausa y permite que el cerebro dé a luz grandes ideas.
El momento eureka sucede de manera sorpresiva, el ¡aja! moment, resulta ser casi una epifanía, donde todas las piezas caen en el lugar correcto y de manera muy obvia presentan la solución deseada cuando se piensa "fuera de la caja".
Mis momentos Eureka pueden ocurrir cuando voy a terapia, cuando estoy de vacaciones o cuando duermo y me despierto para escribir las soluciones. Les deseo muchos momentos de: « ¡Ah! Ahora entiendo.»... y a ti ¿ya te cayó el veinte?