
El nacionalismo, el pluralismo y populismo en México
"El modelo ideológico de México es el resultado de una larga historia de luchas sociales, políticas y culturales que han marcado la identidad nacional basada en tres pilares fundamentales: el nacionalismo, el pluralismo y el populismo".
"Nuestro nacionalismo" asegura que tenemos una esencia propia, una cultura, historia y destino común que nos distinguen de otras naciones, sustentado en el orgullo por los símbolos patrios, tradiciones, lengua y diversidad étnica, invocando la defensa de la soberanía nacional frente a las injerencias externas, especialmente de los EUA.
Históricamente, nuestro nacionalismo se enfoca a la construcción y fortalecimiento permanente de la identidad nacional, reivindicando la herencia indígena y criolla, la resistencia al colonialismo ibérico y la lucha constante por la soberanía y justicia social.
"Actualmente, nos integramos en seguridad y prosperidad con EUA-Canadá; diplomáticamente con América Latina y apoyamos política y económicamente a países afines a la ideología de nuestra administración pública".
"Nuestro pluralismo" nos hace una nación diversa, donde conviven diferentes grupos sociales, políticos, económicos, culturales y religiosos; implica el reconocimiento y el respeto a las diferencias y a las minorías, así como la búsqueda del diálogo y el consenso para resolver los conflictos; también significa la apertura al mundo y la integración con otras naciones.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) interpreta y aplica los principios de igualdad y no discriminación en el matrimonio igualitario, aborto, objeción de conciencia y el derecho a la identidad; emitiendo jurisprudencia y criterios relevantes en acciones de inconstitucionalidad sobre temas como la consulta popular, financiamiento público a partidos, autonomía de instancias de control en el abuso del poder, electorales, transparencia y rendición de cuentas.
La actual administración pública rechaza la pluralidad, desdeñando la eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas; el ejercicio del presupuesto basado en resultados, la evaluación del desempeño y el servicio profesional de carrera... "privilegia personas por cercanía y confianza, así como sus decisiones personales".
Soslaya la observancia de los principios constitucionales, el cumplimiento de los tratados internacionales, la protección, promoción y finalidad de los derechos humanos, el establecimiento de mecanismos de participación ciudadana y el acceso a la información pública.
"Nuestro populismo" se remonta al general Lázaro Cárdenas, quien impulsó la reforma agraria, la nacionalización del petróleo y la educación socialista, "creando instituciones positivas" de beneficio social; al igual que los presidentes Echeverría y López Portillo, quienes apelaron al sentimiento nacionalista con el discurso antiimperialista, el asistencialismo social y la retórica anticorrupción para ganar el apoyo popular, "construyendo instituciones" también, sin continuidad exitosa.
Actualmente se aplica, repitiendo, que el pueblo mexicano es el sujeto y el fin de la acción política; el líder se presenta como su único representante prometiendo resolver sus demandas y problemas, acusando al sistema político anterior, de corrupto, elitista y antidemocrático¸
"Construyendo una cultura de la queja mediante la retórica victimista crónica".
Intenta crear una nueva identidad polarizando la sociedad entre pueblo y élite como antagonistas irreconciliables aprovechando demandas insatisfechas, que no satisface; generando una relación directa entre líder-pueblo... destruyendo instituciones y desacatando normas Constitucionales.
Siguen sin avanzar los objetivos prioritarios de combatir la corrupción, reducir pobreza, acceso universal a los servicios de salud, transformar el sistema educativo, guía ética para la transformación de México y las condiciones de paz y tranquilidad para alcanzar un desarrollo integral estabilizador... "insistiendo en la cultura de la queja como único recurso".
Los logros que repiten sobre la aprobación de reformas constitucionales y legales en materia de educación, derechos laborales, paridad de género, combate a la corrupción, adquisición de vacunas contra Covid-19 y avanzar en la vacunación de la población; iniciar obras de infraestructura como el AIFA, el Tren Maya y la refinería Dos Bocas; la copiosa inversión extranjera eminentemente exportadora; y las políticas económicas y sociales... no contienen el estancamiento, pobreza y desigualdad.
Ni impactan positivamente en la autosuficiencia económica, financiera, alimentaria, bienestar general, la unidad, estabilidad, convivencia sana y desarrollo nacional.
Mencionan como desafíos para antes de concluir: mejorar la seguridad pública, reducir la violencia, la impunidad, reactivar economía y empleo tras la crisis por la pandemia "que cayó como anillo al dedo", combatir la corrupción y la pobreza "ahora sí" de manera efectiva, fortalecer el comercio internacional y la integración regional... hasta hoy panaceas inalcanzables.
Olvidando el verdadero desafío de fomentar el respeto mutuo y la tolerancia, permitiendo que el nacionalismo y la pluralidad ideológica coexistan en nuestra diversa sociedad mexicana.
"La prioridad es recuperar y fortalecer nuestra identidad nacional empleando las estructuras, formas y modos establecidos en la humanista Constitución que se juró cumplir". El tiempo se agota; el cargo es por seis años y falta rendir cuentas.
* El autor de esta colaboración es General de División Diplomado de Estado Mayor y Maestro.