El respeto al derecho ajeno no es la paz

"Tu derecho a fumar termina cuando comienza el mío a respirar".

Fue la primera, y creo que única vez, que vi ese impactante letrero en un restaurante aquí en la ciudad.

Y vaya que fue impactante porque quedó grabado en mi mente por siempre.

Algo sencillo pero fuerte. La imagen típica del cigarro encerrado en el círculo rojo con la barra roja atravesándolo en señal de prohibido, y debajo de este, la leyenda.

Como dijo Juan Gabriel: "Pero qué necesidad", es decir, ¿Por qué no es suficiente la imagen para entender?

Y es que, al ver ese señalamiento en miles de lugares, la gente lo toma como una orden, que, por supuesto lo es, pero no ve más allá. Es decir, sólo ve una imposición hacía su persona, una molestia hacia él o ella.

El egoísmo es una de las causas de los problemas sociales.

Lo podemos palpar en los gobernantes que hemos tenido. Gente sin escrúpulos, con un egoísmo enfermizo que, sin importarle el bienestar del pueblo, se roban millones de pesos buscando su propio bienestar, su felicidad, su seguridad.

Cuando entiendes que una acción individual afecta a una social y dejas de hacerlo se llama EMPATÍA, cuando no, se llama EGOÍSMO.

Es increíble que tengan que amenazarnos para entender, como lo hace la autoridad en algunos señalamientos de lugar exclusivo para discapacitados.

Esos señalamientos en los cajones de estacionamiento exclusivo, igual que el del tabaco, muestra el símbolo azul de la gente con capacidades diferentes, y debajo de este reza: "Si no lo haces por amor, hazlo por temor. MULTA $1000 pesos".

Es hasta ese momento en que algo te afecta a ti, cuando decides no afectar a los demás, pero sólo por obligación, o por temor, tal cual lo dice el aviso.

Tengo la fortuna de haber dejado de fumar hace más de 14 años y por supuesto que comprendí, pero no justifiqué, aquellos comensales que desesperados, salían del restaurante para fumar mientras contemplaban el horizonte.

El tabaquismo, desde una opinion personal, es el vicio más sin sentido del mundo.

No justifico tampoco otros vicios u tras drogas, pero, fumar no causa nada más que un placer imaginario.

El cigarro es una especie de placebo, pero con consecuencias cancerígenas.

De hecho, hay quienes, en invierno, dicen "echarse" un cigarrito para quitarse el frío.

El vicio es la dependencia que causa y que, al fumar, se calma. Así de absurdo.

Pero más allá de quien por su gusto deseé morir de enfisema, una vez que asimilé por completo el anuncio, entendí que esa frase debería mostrarse en todos lados y en muchas áreas.

La gente ha confundido libertad con libertinaje, libertad con faltas de respeto, libertad con egoísmo.

Recuerdo, por ejemplo, en una ocasión que tuve la oportunidad de asistir al concierto de CREEDENCE en el festival Revueltas de hace unos años, acompañado de uno de mis tíos y su esposa.

Una vez en la explanada donde se llevaría a cabo el espectáculo, mientras esperábamos a que se presentarán los músicos, unas personas que estaban al lado nuestro comenzaron a escupir y a hablar con vulgaridades.

Mi tío, algo molesto, señalando que había mujeres alrededor, incluida mi tía, les pidió educadamente que tuvieran respeto hacía nosotros.

La respuesta de uno de ellos fue: "Es un país libre".

Como lo dije, confundiendo la libertad con libertinaje.

Esas personas creen, o quieren creer, que la libertad es hacer lo que te venga en gana sin importar si afectas a los demás.

Eso frase quedaría perfecta en ese momento: "Tu derecho a ser vulgar termina cuando comienza mi educación"

Las reglas de urbanidad no son negociables, así como los valores humanos no son reemplazables.

Cuántas personas mueren arrolladas por conductores ebrios quienes tuvieron la "libertad" de emborracharse y conducir en ese estado.

Y aún hay quienes en época navideña se molestan por el exceso de retenes de revisión. Crean grupos de whatsapp para avisar en dónde se encuentran ubicados los agentes de tránsito y eludirlos.

Otra vez, les importa no ser multados, pero nunca la seguridad de los demás que circulan por las calles.

Aquí cabría la frase: "Tu derecho a conducir borracho, termina cuando comienza mi LIBERTAD de caminar por las calles de mi ciudad"

Y mucho peor en el caso de aquellos que deciden probar una droga sabiendo (porque todos lo saben), que desatarán un vicio incontrolable, que los llevará a robar, a matar, a violar, etc.

Por supuesto, y muy relacionado con el caso anterior, también debe aplicarse a todas esas personas que escuchan cierto tipo de música haciendo apología del delito, porque, normalizar la delincuencia es alimentarla, directa o indirectamente.

Hay por supuesto un sinfín de casos más donde podría aplicarse una derivación de la frase sobre el tabaco, sin embargo, creo que primero tendría que explicarse la frase de Juárez para dejar de tomarla como pretexto de libertinaje.

La frase debería evolucionar y decir: Tu derecho a hacer lo que te dé la gana termina cuando comienza mi libertad".