La marca debe brindar asesoría para detectar posibles fallas o malos pasos y, de esta manera, darles solución.
Las franquicias se consideran modelos de negocio probados; no obstante, la posibilidad de fracaso siempre está presente. Es por ello que, antes de comprar una de estas unidades, deben revisarse distintos aspectos relacionados con la inversión, lineamientos, operación, así como con regalías, asesoría o capacitación.
1. ¿QUÉ DEBE REVISARSE PRIMERO?
"El primer paso es cerciorarse de que el franquiciante cuenta con cada una de las marcas registradas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para, de esta manera, corroborar que ofrece un sello que legalmente pueda franquiciar", aconseja Mario Briceño Martínez, presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF). Si la marca pertenece a esta organización, hay certeza de que se evaluaron manuales de negocio, contratos, subcontratos, además de que va a proporcionarse capacitación, asesoría y supervisión constante.
2. ¿CUÁNTO SE DEBE INVERTIR?
El costo inicial de tener una franquicia es significativo. Es por ello que debe haber total claridad sobre lo que se está pagando, así como saber desde un principio a cuánto va a ascender la inversión total.
Revisar los acuerdos se vuelve un paso clave para detectar cuotas escondidas, porcentajes de regalías o cobros por concepto de entrenamiento o publicidad que pueden afectar las ganancias una vez que se arrancan operaciones.
3. ¿CUÁL ES EL TIEMPO DE RECUPERACIÓN?
El objetivo del inversionista es obtener beneficios. De ahí que se vuelva tan importante preguntar cuánto tiene que pasar para comenzar a reportar ganancias. Este tipo de información suele ser facilitada por la misma marca franquiciante, ya que el propósito de ambas partes es maximizar el rendimiento de la unidad en cuestión. Las utilidades arrojadas pueden variar de una franquicia a otra debido a aspectos como el giro del negocio, la ubicación, el tamaño de la población donde se localice, la calidad de los productos o servicios ofrecidos, la atención al cliente e, incluso, por el horario de operaciones del local.
4. ¿BUENA FAMA?
No hay nada como la publicidad de boca en boca. Y en el caso de este modelo de negocio, hablar con otros dueños de esa misma franquicia resulta clave para convencerse de comprar o no. "Es completamente válido que un posible inversionista se acerque a otro franquiciatario actual de la marca para conocer de viva voz cómo es su experiencia".
A CONSIDERAR
Hay una gran variedad de giros, tales como alimentos, bebidas, cafeterías, cuidado personal, educación, entretenimiento, farmacias, lavandería, paquetería, servicios especializados, tecnología o turismo, entre muchos más.
Si bien las franquicias se consideran un modelo de negocio probado, los buenos resultados no llegan por arte de magia. "Es una garantía siempre y cuando el franquiciatario se apegue al 100 por ciento a los manuales de imagen, de procedimientos, de elaboración del producto o servicio, así como a las estrategias de marketing, de comunicación y de atención a los clientes.
"Puede no resultar exitosa cuando el inversionista se desentiende del negocio, no aplica los procesos establecidos o no respeta las políticas ni lineamientos con los que la marca franquiciante se rige. En nuestro país, ocho de cada 10 negocios están destinados al fracaso; mientras que, en un modelo de franquicia, nueve de cada 10 prevalecen por más de cinco años", señala Briceño Martínez.
Como cualquier otro negocio, existe la posibilidad de perder la inversión. No obstante, la curva de aprendizaje resulta mucho más corta, por lo que la dedicación puesta a la franquicia marca la diferencia entre ganar o perder.
Hay algunos aspectos que marcan la diferencia entre una franquicia exitosa y una fallida. Su ubicación es uno de los factores con mayor peso.