
Inteligente, sabio, tonto o loco... de todo tenemos un poco...
Salomón, hijo del rey David y de Betsabé, fue conocido por su constante sabiduría y sentido de la justicia.
Cuenta la historia que, en un sueño, Dios apareció ante Salomón y le preguntó: "¿Qué quieres que te dé?" y dijo Salomón: " mi Dios, soy muy joven y no sé cómo gobernar. Por eso, dame sabiduría". Y Dios lo bendijo con sabiduría y entendimiento. El rey Salomón fue el más grande de todos los reyes de la tierra por sus riquezas y su sabiduría.
Hoy en día se valora más ser inteligente que sabio. La inteligencia es la capacidad de aprender, comprender y aplicar conocimientos y habilidades para resolver problemas y adaptarse al entorno. Se considera una combinación de habilidades cognitivas, emocionales y sociales que permiten a las personas pensar críticamente, razonar, planificar y comunicarse efectivamente. Mientras que la sabiduría se refiere a la capacidad de utilizar ese conocimiento de manera efectiva para tomar decisiones acertadas y actuar con empatía y comprensión, está directamente asociada con la experiencia, es una habilidad más compleja...
Cuando usamos la sabiduría, estamos usando nuestra abundante experiencia para ayudarnos a tomar una decisión.
Si no hacemos uso de estas experiencias, no podemos tener sabiduría. La sabiduría es una combinación de conocimiento, experiencia y juicio que permite tomar decisiones justas y adecuadas en la vida, incluye la capacidad de entender la perspectiva de los demás, tener una comprensión profunda de la vida y de la humanidad y ser capaz de aplicar esta comprensión para ayudar a otros y a uno mismo, también se refiere a la habilidad de enfrentar situaciones difíciles con calma y equilibrio y tomar decisiones basadas en valores éticos y morales sólidos. Por otro lado, la intuición, es esa sabiduría interna que todos tenemos.
El organismo lo sabe todo. Nosotros sabemos muy poco... La intuición es la inteligencia del organismo, es ese flash, ese insight, ese entendimiento o visión que parece que surge de la nada, pero que de repente ¡ilumina!
La intuición es la potente sabiduría interna que nos guía. El cuerpo también tiene sabiduría, es esa conexión con el conocimiento que nos proporcionan el movimiento muscular, la piel, nuestra postura, las tripas, nuestro sentido del equilibrio, el tacto, las sensaciones y nuestras emociones, lo visceral y lo intuitivo, tu cuerpo puede guiarte hacia las opciones que sean más beneficiosas.
Hazle caso y no le metas mente, no todos los problemas se resuelven con la mente.
¡Tu cuerpo suele ser más sabio que tú! Aunque la intuición es una facultad innata, el ruido externo, el entretenimiento y la distracción acalla este sonido interior. La buena noticia es que se puede desarrollar y cuanto más la ejercites y aprendas a escucharla, mejor acceso tendrás a ella, ¡todas las respuestas están en nosotros!
Encontrar buenas ideas, tomar decisiones que te permitan seguir adelante, entender una situación compleja en un instante, fiarte de una primera impresión, todo esto es posible si sigues tu intuición.
Confiamos demasiado en la inteligencia lógica, y sin embargo es la que más se equivoca, porque trabaja solo con datos, como una calculadora, pero si metemos mal los datos, o falta información (que siempre falta), habrá errores.
Sin embrago, la inteligencia intuitiva, que es visionaria, no se equivoca, viene de la conciencia.
Como puedes ver, la sabiduría y la inteligencia son dos cosas diferentes. Para escuchar esa voz interior, necesitas del silencio, abrir el canal intuitivo con calma, desde la paciencia y la introspección, para tener claridad mental y acceder a la sabiduría y la intuición, el equilibrio emocional es muy importante.
Cuanta más presencia de conciencia, más intuición. Por tanto, cuanto más se trabaje la conciencia, el corazón está más abierto y hay más intuición. Lo opuesto a la sabiduría es la tontedad, la estupidez y la locura.
Puedes encontrar mayor paz y propósito en tu vida si confías en tu intuición, ella te avisa antes que la razón, confiar en tu intuición es una forma de serte fiel.
El intuitivo sabe leer donde el maestro no escribe y sabe escuchar donde el maestro no habla. La Sabiduría es el grado más alto del conocimiento que se logra a través de utilizar lo aprendido de forma amorosa y comprometida en beneficio de lo que nos rodea.
Confía en tu sabiduría interior, se paciente contigo mismo. Al igual que el más grande y sabio Rey Salomón, deseo para ti, que la sabiduría te acompañe y la intuición siempre sea tu guía.