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La dolce vita

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VANESSA BARDÁN PUENTE

Película universalmente aclamada, considerada por algunos críticos como la mejor película que se haya hecho jamás, como el mejor trabajo del director de cine y guionista italiano Federico Fellini considerado el cineasta de la posguerra más importante de su país a nivel mundial.

El título de esta película se ha convertido en una expresión en todo el mundo. Con Dolce Vita se indica básicamente un modo de vida despreocupado, relajado e incluso libertino. Nos enamora esa manera tan suya en que los italianos saben disfrutar plenamente la vida, ellos, parecen haber dominado este arte.

El arte de extraer la dulzura de la vida a pesar de los quebrantos y las eventuales amarguras. "La buena vida", equilibrada proporciona placer, satisfacción y felicidad. Más allá de su pizza y su pasta, su cultura, nos da motivos de sobra para admirarlos. No se puede concebir la historia de su música sin hacer referencia a uno de sus mayores exponentes: el gran Luciano Pavarotti, ¡la bella música italiana!

Es sinónimo de su identidad, es una expresión hermosa y genuina de ese país mediterráneo. En comparación con otros europeos, los italianos leen mucho, tienen un excelente sentido del humor y un intelecto extraordinario, gesticulan mucho cuando hablan y lo hacen en voz alta con mucha energía, es imposible no amar sus sonrisas y su estilo de vida despreocupado y elegante. Son muy pasionales y extrovertidos, así que fácilmente puedes practicar tu italiano: Ciao, Buongiorno, Per favore, Piacere, Buonanotte Bello/a y así, establecer una relación con ellos. Los italianos tienen mommy issues, una relación muy estrecha con sus madres, de hecho, les cuesta mucho dejar el nido familiar, para ellos, la familia es lo más importante, ya lo decía Don Vito Corleone en la película El Padrino: "Un hombre que no vive con su familia no puede ser un hombre". En Italia la vida gira en torno a la comida.

Los italianos aman comer, algo que se evidencia en sus interminables conversaciones sobre comida, platos, recetas, vinos, bebidas. Ni España ni Francia, ¡señores!: el mayor productor de vino del mundo es Italia, si pensamos en viñedos, pensamos en la bella Toscana. El vino es de los mayores placeres de la vida, Federico Fellini sí lo sabía, por eso, nos regaló esta maravillosa cita: "Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada uno".

Los italianos saben disfrutar de la mesa y de la sobremesa, entienden que, la comida no es solo para nutrir el cuerpo, también es una oportunidad para nutrir el alma, para celebrar a los amigos, a la familia, a la pareja ¡Che vita! Les gusta mucho el café, aman el café; sin embargo, tienen una costumbre ya establecida: el cappuccino sólo se debe tomar por las mañanas y nunca después de comer. Aunque la comida italiana es muy variada, los platos principales son la pasta de todas las formas: cuadrados, tubos, cuerdas, espirales, macarrones, espaguetis, raviolis, tortellinis, tallarines y su pizza napolitana ¡mamma mia! ¡delizioso!. Los italianos practican de muchas maneras este arte cotidiano del buen vivir: con su gastronomía, con su manera de ser, hasta con su forma de expresarse y de vestirse, para ellos, la elegancia es algo natural, algo que se vive de manera sencilla. Les encanta usar ropa de marca, tienen un buen gusto por la ropa, saben cómo vestirse bien y reconocen los cortes de calidad, saben que, lujo no es comprar 10 pares de zapatos de un tirón, sino elegir un par perfecto. Están tan acostumbrados a rodearse de arte y belleza, que a ellos les resulta tan natural estar frente a una obra de: Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano o Caravagio, Es cuna de Dante Alighieri, Vivaldi y de Galileo Galilei. Su abundante historia, cultura, monumentos, edificaciones y tradiciones, lo convierte en uno de los países más visitados del mundo. La Dolce Vita es saber tomarse un tiempo para vivir la gran vida: comer tranquilos, comer bien y en buena compañía. Para ellos no todo es trabajo en la vida, los italianos lo saben muy bien. Toman su tiempo para vivir, para disfrutar, para leer un buen libro, para encontrarse con los amigos, para salir a caminar, pasear, practicar algún deporte, entregarse a alguna de sus pasiones. Es muy fácil distraerse con el trabajo, con las obligaciones y olvidarse de sí mismo, a menudo cambian sus rutinas y son espontáneos, saben cómo ninguno viajar para vivir nuevas experiencias, viajar lejos o simplemente escaparse un par de días al campo, al mar o a la montaña. Los viajes permiten cambiar de perspectiva, explorar cosas nuevas y ver al mundo de manera diferente. Todo en la vida se disfruta mejor con calma. El verdadero sentido de la Dolce Vita es saber darse tiempo para saborear esa dulzura, disfrutar el estar vivos y gozar de la sencilla belleza de la vida misma. Conscientes de que las preocupaciones existen y son inevitables, pero que a veces es conveniente dejarlas a un lado y entregarse al disfrute. La vida carece de sentido si no la sabemos disfrutar. Vivir la Dolce Vita significa hacer justamente, cada vez que puedan, aquello que más les gusta.

A presto, ciao

Escrito en: Cariñoterapia italianos, vida, saben, manera

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