
Fuerza. Fue un contundente triunfo por 109-94 de los Denver Nuggets en el campo de los Miami Heat.
Con la mirada absorta, miles de aficionados abandonaron el Kaseya Center cuando aún faltaba medio cuarto por jugarse.
Sabían que no había mucho por hacer.
Su Heat acababa de recibir un golpe de realidad, porque los monarcas de la Conferencia Este sólo compitieron en el primer periodo. El resto del cotejo fue un monólogo de los Nuggets, que se impusieron (109-94), para tomar ventaja de 2-1 en Las Finales.
Otra gran noche para Nikola Jokic. La figura serbia de Denver finalizó con 32 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias. Valioso triple doble cuando más importa, en el encuentro que suele inclinar la balanza en la serie por el campeonato de la NBA.
El europeo volvió a tener a Jamal Murray como fiel escudero. Forman un tándem difícil de controlar para cualquiera... Y Miami tampoco fue la excepción.
Jimmy Butler también terminó con la boca amarga. Más allá del intento de reacción durante los últimos dos minutos, los Nuggets siempre tuvieron el control del partido, por lo que el drama del final fue simple espejismo.
Ese que muchos ya no vieron, porque se marcharon tristes.
Erik Spoelstra, técnico de los Miami Heat, aseguró que su equipo perdió "demasiadas batallas físicas" con los Denver Nuggets y que eso fue clave para la derrota.
"Perdimos muchas batallas físicas durante el partido, en momentos clave sacaron esas jugadas. Tienes que esperar eso de ellos. Con nuestra mejor versión encontramos formas de no perder la mayoría de esas batallas físicas, balones divididos", dijo Spoelstra en la rueda de prensa posterior al partido.