
Por desaparecer platillos de la gastronomía duranguense
La gastronomía duranguense tiene alrededor de 500 recetas y varias de ellas están a punto de desaparecer, no se conocen y menos se prepararán, hace falta que los pares de familia se interesen por la alimentación sana de los ancestros.
Deyanira Navarro, titular del Conservatorio de Cultura Gastronómica Duranguense, reconoció que en el estado existe un elevado número de platillos típicos de cada región, incluso señaló que fácilmente se pueden hablar de cerca de 500 recetas de platillos tradicionales de Durango.

Chanfaina y Venorio
Lamentablemente, muchos de esos platillos o recetas tienden a desaparecer porque la gente ya no los prepara o no los come; puso al menos dos ejemplos de ellos, la Chanfaina, que se prepara con bofe, hígado y corazón de cordero o res y que era muy popular y que es muy sabroso.
Pero las situaciones actuales han provocado que ya la gente no lo prepare porque nadie quiere comer bofe o hígado, menos corazón y es un platillo que si no se rescata, puede perderse.
Otro ejemplo es el Venorio, que se prepara con las semillas y venas de los chiles que se llegan a usar en otros guisos y que se prepara con masa de maíz, nopales y carne.
El Venorio, dice Deyanira Navarro, es el carácter de la cocina de Durango que busca aprovechar y conservar los ingredientes que se emplean en la cocina.
Huevo enmielado
Reconoció que existen muchos platillos en desuso y otros que son dulces, como diferentes tipos de buñuelos, o el huevo enmielado que ya no se preparan.
“Trabajamos permanentemente en talleres de cocina para recuperar nuestras recetas tradicionales, no solo las más conocidas y otras más que existen en la cocina de cuaresma”, comentó.
Dejó en claro que el ir dejando fuera de la cocina este tipo de recetas duranguenses es un asunto cultural donde tiene que ver con la educación alimentaria que ofrecen los padres a sus hijos.

Padres les quitan a sus hijos parte de su cultura
“Si a los niños les estamos quitando sin querer una parte importante de su identidad cultural, los privamos de conocer una parte de la comida de sus ancestros, de sus abuelos, de tener ese vínculo de comunicación con sus anteriores generaciones; hoy la cocina es rápida, no se le dedica tanto tiempo a la misma”, agregó la presidenta de este conservatorio.
Pero recalcó que hace falta que los padres de familia se interesen en dar y proporcionar una alimentación sana a sus hijos y en eso está la cocina tradicional que siempre fue muy sana.
“A nadie le hace daño unos frijolitos cocidos con chile colorado, huevo perdido, huevo enmielado, un sope, y muchos platillos más. Hemos perdido esa comunicación con la comida tradicional y el conservatorio tiene esa responsabilidad de ser promotor y difusor de nuestra cultura alimentaria”, concluyó.