
Un soldado en cada hijo te dio
Cuando el insigne poeta potosino Francisco González Bocanegra escribió esta frase, como parte de la primera estrofa de nuestro himno nacional, muy seguramente lo hizo pensando que ante alguna amenaza extranjera los mexicanos debemos estar dispuestos a defender nuestra patria, y no tanto por el hecho de ver multiplicados el número de soldados en las calles o para destacar la capacidad multifacética de estos para realizar cualquier tipo de labor que al comandante supremo de las fuerzas armadas se le ocurra.
Durante el sexenio de AMLO aumentó la transferencia de funciones civiles al Ejército, y en la principal corporación de seguridad federal, la Guardia Nacional, predominan estructura y mandos militares.
Entre las nuevas asignaturas del Ejército en la 4T se encuentran la construcción de infraestructura pública, vigilancia y control de puertos y aduanas, distribución y aplicación de vacunas, detención de migrantes, construcción y operación de obras como el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya, así como la administración del complejo turístico de las Islas Marías, por mencionar algunas. En el informe Transferencia de Facultades de las Fuerzas Armadas 2018 - 2020 de Mexicanos Unidos Contra la Delincuencia se contabilizan al menos 80 actividades de índole civil que se transfirieron al Ejército en los primeros dos años de gestión de López Obrador. Otro estudio, el Inventario Nacional de lo Militarizado del CIDE, muestra que de los últimos 15 años, 2019 y 2020, fueron los dos años con más iniciativas legislativas que tuvieron como objetivo aumentar las facultades de las Fuerzas Armadas.
Poco importa, al parecer, lo establecido en nuestra Carta Magna, que en su artículo 129 establece: "En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar". Resulta contradictorio que un gobierno que se dice de izquierda aliente la militarización del país. Cuando se le toca el tema a AMLO en la mañanera dice que no es verdad, que es una "cantaleta", que son "politiquerías".
Más contradictorio resultó que el PRI se prestara a hacer el trabajo sucio a Morena para presentar, a través de la en aquel entonces diputada federal por Durango, Yolanda de la Torre, una iniciativa para permitir que el Ejército siga en las calles hasta el 2028 en tareas de seguridad pública.
La participación de las Fuerzas Armadas en el combate al crimen organizado y en cuestiones de seguridad pública es indispensable, pero su permanencia fuera de los cuarteles durante más años es un asunto discutible. En cambio, involucrarlas en tareas de obras de infraestructura no se justifica. Mucho menos el que formen parte del Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación o que operen una línea aérea.
Además del Inegi, El Ejército y la Marina son las instituciones con el mayor grado de confianza entre la población. Ampliar las tareas de los militares en otros ámbitos de acción es exponerlos a posibles señalamientos de corrupción y es abonar a la idea de un posible régimen militar como en Cuba o Venezuela.
Esperemos que las prisas que corren, en este fin de sexenio, por seguir involucrando al Ejército en otro tipo de tareas no busquen ese objetivo.
@ferramirezguz