
Va al rescate de las marionetas
Los títeres, de diferentes edades y rostros, rodean cada espacio de un mexicano con alma de niño llamado Lorenzo Portillo Armendáriz, quien mantiene viva la tradición de las marionetas en el Día Mundial del Teatro.
En barrios populares, parques, canchas deportivas y en espacios teatrales del estado mexicano de Veracruz, donde reside, y en otras regiones del país y de Centroamérica, Lorenzo y sus docenas de marionetas construyen historias para la niñez y sus padres.
"Nos parece importantísimo que el teatro con títeres encuentre cómo llegar no solo en las salas de teatro, sino que regrese a lo popular, a las plazas, a los espacios donde están los púbicos y los públicos sean invitados a participar", afirmó el titiritero en entrevista.
El artista estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana, donde aprendió al lado del argentino Carlos Converso, uno de los titiriteros y referentes más importantes en México.
Desde entonces entrega su alma y cuerpo al teatro de títeres infantil.
LA LUCHA POR EL ARTE
La historia de Lorenzo refleja el esfuerzo por mantener vivo el teatro en México, donde solo cerca del 12 % asiste al menos una vez al año a alguna obra, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por lo que es la actividad cultural con menor asistencia.
Con sus marionetas de hilo, guiñol, cachiporra y mojigangas, creó, junto con David Estrada, el Grupo Merequetengue, una agrupación de teatro y producciones escénicas.
También fundó el centro cultural El Rincón de Los Títeres, primer teatro en México para marionetas edificado con recursos públicos locales, sociedad civil y un grupo de artistas independientes.
CIFRAS
El teatro es la actividad cultural con menor asistencia; solo cerca del 12 % asiste al menos una vez al año según datos del Inegi.
TRAYECTO
jLorenzo es organizador de una docena de festivales como el Hay Títeres, Movimiento al mundo y El títere y las artes escénicas.