Desde hace cuatro meses, Brenda Espinoza abrió las puertas de su hogar para brindar ayuda a los miles de migrantes que han tomado la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio, como punto de encuentro para continuar con su viaje hacia los Estados Unidos. No está sola pues un grupo de vecinos del sector se han sumado a esta tarea.
Aunque gran parte de los vecinos colocaron cartulinas con advertencias de que se llamaría a las autoridades si los sorprenden haciendo del baño en la vía pública o simplemente sentados frente a sus viviendas, asegura que son más los que desean ayudar.
Frente a la llamada "Casa Azul", que es el color de su vivienda ubicada en la calle Vergel esquina con Juárez, sus puertas siempre están abiertas y al servicio de las familias migrantes. Calcula que en cuatro meses, tiempo en el que comenzó a darse este fenómeno, se han atendido poco más de 24 mil migrantes, entre ellos miles de niños.
Aunque trabaja en un turno nocturno, no hay día en el que Brenda atienda a las migrantes que llegan a su casa. Pero no lo hace sola, pues un grupo de por lo menos 30 vecinos son quienes la han apoyado en esta nueva misión.
"Somos puras mujeres las que nos dedicamos a hacerles el alimento, almuerzo, comida y cena; una trae de su casa el arroz, otras los guisan, unas hacen el jugo, otras el huevo y aquí nos juntamos todas y nos ponemos a repartir el alimento", detalló.