Editoriales

OPINIÓN

Apuntes de la elección

No hagas cosas buenas...

Apuntes de la elección

Apuntes de la elección

ENRIQUE IRAZOQUI MORALES

Qué apuntes se pueden recoger luego del sorprendente resultado de las elecciones que se vivieron el pasado domingo 2 de junio

La primera de ellas y que fue fenómeno nacional, es que efectivamente había un gran voto oculto, pero en vez del que se daba por descontado fuera para Xóchitl Gálvez, el sufragio escondido fue para Morena a nivel carretado.

Claudia Sheinbaum resultó con un triunfo incluso más holgado que el que hace seis años obtuviese el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La primera candidata obtuvo más del 60% de los votos que superaron los 35 millones, 5 más que el creador de la autollamada Cuarta Transformación.

Se sabía que la clase popular votaría de manera masiva por la candidata de Morena, y se preveía un voto más dividido en la clase media: no fue así, ese segmento poblacional también confío en el proyecto que representa la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y que habrá de iniciar su mandato el primero de octubre del presente año.

Antes del domingo, el pronóstico del resultado es que, si bien el triunfo de la doctora Sheinbaum se daba ya por descontado y con amplio margen, no se preveía semejante avalancha de voto guinda, que arrastró elecciones locales donde se jugaban varias gubernaturas y la propia Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

La victoria de Clara Brugada sobre Santiago Taboada no fue una sorpresa, pero que Yucatán haya preferido la opción de Morena sobre la opción panista si lo fue. El lamentable gobierno del grandioso exfutbolista Cuauhtémoc Blanco en Morelos no impidió que la ola guinda ganara, así como Veracruz, la controversial exsecretaria de energía Rocío Nahle batallase muy poco para hacerse de esa gubernatura.

A nivel regional los resultados no dejan de ser complejos. En Coahuila, por ejemplo, la expectativa era que la alianza PRI-PAN-PRD se alzase con la mayoría de los 8 distritos federales de mayoría en juego, luego del contundente triunfo el año pasado del actual gobernador del Estado, Manolo Jiménez Salinas. Además, encabezando la fórmula de las candidaturas al Senado aparecía el exgobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, quien terminó su mandato apenas el 30 de noviembre del año pasado y siempre figuró en el top 5 de los gobernadores mejor evaluados por sus respectivos ciudadanos, de poco sirvió.

La avalancha morenista en Durango se llevó la primera fórmula para senadores como sucedió en casi todo México, así como 3 de 4 curules para la Cámara de Diputados. En el plano local duranguense donde la renovación de su Congreso estaba en juego, Morena se llevó 8 de 15 diputados de mayoría, lo que al darse los cómputos finales para la asignación de los legisladores que llegan vía plurinominal, es probable que el gobernador Esteban Villegas Villarreal tenga que transitar al menos 3 años con un Congreso de mayoría opositora o por lo menos con unos en clara división.

En el caso del electorado coahuilense, si bien decidió darle al PRI casi la totalidad de alcaldías del Estado, destacando por supuesto la victoria de Javier Díaz en la capital Saltillo y la reelección de Román Alberto Cepeda González en Torreón, así como la recuperación de Monclova a quien el partido tricolor le arrebató a Acción Nacional, en el plano nacional optó por darle la espalda.

De primera parece incomprensible y hasta cierto punto de enorme ingratitud, que los votantes de Coahuila no hayan respaldado con su sufragio al político que cuando ocupó la gubernatura, supo regresar la paz y la seguridad a sus ciudadanos. Tampoco al parecer el votante promedio recordó que Coahuila en los últimos años tuvo un desempeño económico por encima del promedio nacional y que la atracción de inversión foránea, alcanzó más allá de la Región Sureste.

¿Qué lecciones entonces hay que aprender? Primero que la opinión publicada cada vez es más distinta a la opinión pública, basta ver los resultados inesperados; otra más es que Andrés Manuel López Obrador supo ganarse la simpatía de la inmensa mayoría, a si fuese empeñando el futuro de México, pero el electorado no le escatimó su simpatía ganada a base de sus virtudes.

No es sin duda el mejor resultado según los que piensan que un poder sin cortapisas es un peligro. Es de apuntarse que la polarización y la compra masiva de votos a través de los programas sociales del presente sexenio dieron sus frutos, y de qué forma.

Claudia Sheinbaum llega a la Presidencia de manera por demás democrática y legítima, y debido al enorme poder que amasará al menos por tres años, solo queda tener la esperanza de que será prudente y sensata, el pueblo la ha puesto ya sin contrapeso por lo menos para la primera mitad de su gobierno.

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES primera, voto, México,, triunfo

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas