Breves apuntes sobre las cosas excepcionales

1.- "Piramidal, funesta de la tierra / nacida sombra, al cielo encaminaba / de vanos obeliscos punta altiva, / escalar pretendiendo las estrellas".

2.- Nací después del eclipse del 11 de julio de 1991. Mi mamá estaba embarazada cuando ocurrió, "no me puse un hilito rojo", me dijo con una carcajada. "ya ves, tal vez por eso soy como soy", le respondí.

3.- Había planeado no escribir sobre el eclipse. Luego pensé que podría hablar de nuevo de mi novio virreinal, Sigüenza y Góngora, y el eclipse que narró para proteger a un virrey. Después pensé que tal vez podría reseñar una crónica de Monsiváis sobre otro eclipse, pero la idea tampoco me convenció, así que mi plan era otro. Hasta que estuve a mitad de mi patio, plantada en la oscuridad antes del mediodía, mirando al cielo transformarse.

4.- En realidad esta columna no es sobre el eclipse, sino lo que provocó en una mujer joven tan poblada de curiosidad y hambrienta de aprendizaje que ya ni siquiera sabe responder cuál es su profesión.

5.- En el tercer episodio de "Goo Hae-Ryung, la historiadora novata", varias mujeres se reúnen para presentar un examen que les permita trabajar como aprendices en la Oficina de Decretos Reales del palacio. Ellas viven en una época en la que muchos fenómenos aún se consideran castigos divinos, así que la pregunta es: "¿qué debe hacer el rey para prevenir el eclipse solar?". La protagonista responde: "Qué significado le otorgamos depende de nosotros. Le tememos porque no entendemos lo que sucede, y por ese temor lo consideramos una señal ominosa [...] El conocimiento es como el agua, si no fluye, se pudre". Su respuesta es considerada "insolente".

6.- El año pasado, en un curso sobre Sor Juana con Emiliano Álvarez, leímos este comentario de Antonio Alatorre que guardo como captura de pantalla: "Sor Juana aborrecía la idea de que su mundo dijera '¡Qué raro, una mujer amaestrada!', porque entonces su hazaña hubiera sido inútil [...] ella se había propuesto demostrar que el saber todo lo que sabía no tenía nada de raro y excepcional, y para demostrarlo, no le quedaba otro camino que ser rara y excepcional".

7.- Cuando tomábamos las mismas clases de literatura virreinal y heterogeneidad y mestizaje, mi uruguayo favorito me decía que, si la trasladábamos a la modernidad, Sor Juana sería "una chica fresa mexicana metida 24 horas en la biblioteca, como vos". Pensando que jugaba conmigo, la primera vez le pregunté por qué: "por el hambre de conocimiento".

8.- "Engaños Descoloridos" es un webcómic realizado por Lobopanzaverdecómics que sigue la vida de Sor Juana de manera satírica. La temporada 2 está inspirada en el Primero Sueño ("que así intituló y compuso la madre Juana Inés de la Cruz, imitando a Góngora"). Esta es una interpretación libre, pero en las primeras imágenes aparecen figuras clásicas de Leonora Carrington y de Remedios Varo. Siempre he amado esa elección artística, ese multiverso de artistas brillantes porque, al final del día, Leonora y Remedios también desearon explorarlo todo, porque, parafraseando una vez más a Tamara Kamenszain, algo había en esa celda de Sor Juana que estaba deseando desgarrarse para llegar a nuestro presente, y porque lo que representan esos vistazos de Leonora y Remedios en un cómic sobre Sor Juana no es sino la genealogía de las mujeres brillantes que se han alimentado unas a otras.

9.- Supongo que en realidad esta columna es sobre la emoción de saber, de acceder al conocimiento. Mientras miraba el eclipse pensaba en todas las personas que tuvieron que presenciar uno y estudiarlo para que llegara este momento, pensé en esas crónicas viejas que narran los eclipses, en los manifiestos astronómicos que defendían el saber, en la genealogía de mujeres raras y excepcionales que con sus respuestas insolentes permitieron que yo estuviera un lunes a mediodía en mi patio, con mi perro a mis pies, estudiando un doctorado y no encerrada en un convento.

10.- Tantas cosas pasan y no lo sabemos. Pienso en esa versión ilustrada del Primero Sueño de Engaños Descoloridos: esas ganas de tocar el mundo y, al hacerlo, caer y saber que hay más, que lo pequeño sólo representa la posibilidad de expansión. Sé que es un lugar común, pero esa fascinación por el cielo es la representación de la belleza del conocimiento, del deseo de aprender, entender, de no sólo pasar por la vida, sino atravesarla, sumergirnos en ella. Y pienso, siempre, desde hace años, en esas últimas palabras del Primero Sueño: "El mundo iluminado y yo despierta".

X: @SNGCALDERON