Como en el cine
La maratónica sesión en el Senado de la República, que pudimos seguir minuto a minuto, a manera de reality show, en la que se aprobó, en horas de la madrugada, la reforma al Poder Judicial, tuvo elementos surrealistas de suspenso, drama y comedia involuntaria. Como guion de película de Buñuel. A mí, en lo particular, en mucho me recordó la secuencia culmen de la cinta El Padrino: el bautizo del ahijado de Michael Corleone.
La crónica legislativa de nuestro país jamás había registrado una jornada con tantas postales tan memorables como la del pasado martes. Recuerdo la vez que el diputado por Guanajuato, Vicente Fox, se fabricó en plena sesión del Congreso una diadema a la que le colocó orejas de burro con boletas electorales para criticar al candidato presidencial triunfador, Carlos Salinas de Gortari. O cuando en ese mismo año de 1988 el senador Porfirio Muñoz Ledo interpeló al presidente Miguel de la Madrid en su último informe de gobierno: "Con su permiso, señor presidente", dijo Porfirio quien fue obligado a guardar silencio por la mayoría priísta. Ni qué decir cuando el diputado priísta por Coahuila, Humberto Roque Villanueva realizó un ademán grosero con sus brazos (la "Roqueseñal") para festinar la aprobación del aumento del IVA de 10 al 15%.
En la primera entrega de la saga dirigida por Francis Ford Coppola un bien logrado trabajo de edición nos hace ver de manera simultánea imágenes de la ceremonia del bautizo del sobrino del nuevo jefe de la familia Corleone con el asesinato, ordenado por el personaje que interpreta Al Pacino, de los 4 Dones de las familias rivales. El mismo día y de manera coordinada, lo que le permitió hacerse del poder y el control total de la mafia de ascendencia italiana en la Unión Americana.
El pasado martes 10 de septiembre y en la madrugada del miércoles 11, pasaron tantas cosas de manera simultánea: desapareció en la mañana el que a la postre sería el gran traidor, Miguel Ángel Yunes Marques. También por la mañana apareció su suplente, Miguel Ángel Yunes Linares, su padre, escoltado por cierto por la senadora duranguense Margarita Valdez. Una noche antes aprehendieron en Campeche al papá del senador emecista Daniel Barreda Pavón, obligando a que permaneciera en su estado natal para asistir a su padre. Mientras tanto y con la seguridad de que ya habían quitado un par de votos, Adán Augusto López y Fernández Noroña, haciendo gala de su capacidad histriónica, aseguraban que el senador Barreda estaba en la CDMX. Adicionalmente, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE rechazó, por mayoría de votos, los cambios a los estatutos del PRI que permitieron la reelección de Alejandro "Alito" Moreno Cárdenas como dirigente nacional, al considerar que son inconstitucionales.
Resultado de todo esto: otorgarle el regalo de despedida al presidente López Obrador, dinamitar la autonomía del Poder Judicial, exhibir al PAN y su líder nacional Marko Cortés, porque uno de sus senadores traicionó la causa de los opositores, poner en entre dicho el liderazgo de Alito en el PRI. El Padrino AMLO toma el control y se deshizo de los Dones de las otras "familias". Agregaron color a la jornada la irrupción de manifestantes al recinto senatorial, el debate a empujones entre las senadoras Gina Campuzano y Edith López, así como las 30 monedas que arrojó Lilly Téllez al "Judas" Yunes Márquez. Corte y queda.
Solo faltó que se escuchara de fondo la banda sonora de Nino Rota.