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Dengue y marginación: doble epidemia en La Laguna

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Dengue y marginación: doble epidemia en La Laguna

Dengue y marginación: doble epidemia en La Laguna

VÍCTOR MONTENEGRO

La epidemia de dengue en la Comarca Lagunera de Durango no es solo un problema de salud pública, sino un reflejo de las profundas desigualdades sociales que persisten en la región. Las áreas más afectadas suelen ser aquellas con mayores carencias, donde la pobreza y la falta de servicios básicos crean un caldo de cultivo ideal para la propagación del virus.

En estos sectores, la prevención del dengue va más allá de las campañas de fumigación, ya que muchos hogares no cuentan con agua potable ni saneamiento adecuado, aunado a la gran acumulación de cacharros y chatarra de todo tipo en viviendas y lotes baldíos, lo que facilita la reproducción del mosquito transmisor.

Actualmente la Jurisdicción Sanitaria Número 2 en la región tiene registrados más de 600 casos de dengue, mientras 780 muestras están pendientes de arrojar resultados. Hasta hace un par de días, se tenían contabilizados 5 decesos y dos casos más por confirmar. Sin dar mayor detalle, la autoridad en la materia ha reconocido que se cuenta con una cifra considerable de hospitalizados, mientras que en la consulta externa el 35 por ciento corresponde a casos de dengue.

A medida que el virus avanza, la respuesta gubernamental parece insuficiente y solo es reactiva. Aunque se han desplegado brigadas de fumigación y campañas de concientización, el impacto ha sido limitado debido a la falta de recursos y la saturación de los servicios de salud. El dengue se ha convertido en una amenaza latente para la población comarcana, evidenciando que las soluciones propuestas son a menudo medidas paliativas que no abordan las causas estructurales.

En este contexto, los hospitales en Gómez Palacio y Lerdo comienzan a verse desbordados, lo que genera preocupación entre autoridades y sociedad civil. Las salas de urgencias no logran atender la demanda, y muchos pacientes optan por automedicarse en casa, lo que agrava la situación y aumenta el riesgo de complicaciones. Esto pone en tela de juicio la capacidad del sistema de salud local para enfrentar una crisis sanitaria de esta magnitud.

No obstante, la responsabilidad de combatir el dengue no puede recaer solo en el gobierno. Las comunidades también deben asumir un papel activo en la prevención. Mantener patios limpios, eliminar acumulaciones de agua y colaborar con las autoridades sanitarias son acciones esenciales para evitar la propagación del mosquito. Pero esto no es sencillo en una región donde muchos hogares carecen de los recursos necesarios para implementar estas medidas.

El problema del dengue en la Laguna de Durango, entonces, es doble: por un lado, la falta de políticas públicas efectivas que aborden la marginación social; por otro, la carencia de infraestructura sanitaria básica que impide a las familias protegerse adecuadamente. Mientras no se resuelvan estas desigualdades, el dengue seguirá siendo una amenaza recurrente en la región.

Las medidas preventivas, aunque necesarias, no son suficientes para frenar la epidemia. Es imprescindible que las autoridades adopten un enfoque más integral, que no solo incluya la fumigación y el control de criaderos, sino también la mejora de las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables, lo que implica invertir en servicios básicos como agua potable, drenaje y saneamiento, así como en campañas de educación que sensibilicen a la población sobre la importancia de la prevención.

En última instancia, la crisis del dengue en La Laguna de Durango es el reflejo de un problema estructural más amplio: la pobreza, la marginación y la falta de coordinación efectiva entre las autoridades y la sociedad. Y es que la salud es un derecho que debería ser garantizado para todos, pero que en la práctica sigue siendo un privilegio de unos pocos.

EN LA BALANZA.- El Partido Acción Nacional en Durango ya perfila al alcalde Toño Ochoa para la reelección. Por el Partido Revolucionario Institucional, la síndica municipal Alicia Gamboa ya se abrió y se dice confiada en tener el apoyo ciudadano y, desde luego, el de su jefe político, el gobernador Esteban Villegas. El secretario de Educación, Guillermo Adame, reparte panfletos en un claro acto anticipado de campaña. Por donde se le vea, ni por dónde se perciba una coalición entre el PRI y el PAN para mantener la alcaldía capitalina.

X: @Vic_Montenegro

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