El circo de AMLO, de principio a fin
Así ha sido todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador: Pan y circo. Un país sucumbido por los caprichos de una persona todos los días, durante los casi ya seis años que duró su mandato, aunque el espectáculo podría extenderse algunos años más. Hoy el “pleito” es contra los embajadores de Estados Unidos y Canadá por haberse manifestado en contra de la reforma judicial. AMLO considera que es intervencionismo hablar de un tema que solo les compete a los mexicanos, aunque él sí haya opinado de temas que solo les competía a los argentinos con Javier Milei o a los peruanos con Dina Boluarte.
También AMLO hizo público su enfado con España por no haber aceptado ofrecer disculpas a México por lo sucedido en la Conquista, sí, a lo que sucedió en 1521, pero él tampoco ha aceptado ofrecer disculpas a los países centroamericanos por las muertes y masacres de inmigrantes que atraviesan el país en busca del “sueño americano”. Uno de los conflictos más graves entre López Obrador y un país latinoamericano fue lo que sucedió con Ecuador, luego de que el mandatario mexicano se entrometiera en su proceso electoral (lo que tanto critica) tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio.
Ese tema provocó que Ecuador declarara como persona non grata a la embajadora mexicana y días más tarde irrumpieran violentamente en la embajada de México para evitar un escape del exvicepresidente, lo que provocó una condena internacional. No podemos olvidar que, si de intervencionismo hablamos, López Obrador se metió “hasta la cocina” de Bolivia para rescatar y dar asilo político a Evo Morales, expresidente de aquel país, quien huyó de su país debido a la crisis política desatada por el cambio de poder. AMLO no reconoció a la nueva presidenta, Jeanine Áñez, por lo que lo acusaron de “intervencionismo”, algo que obviamente no reconoció.
Con Colombia también hubo diferencias, pues AMLO dijo que Gustavo Petro enfrentaba una guerra sucia en el proceso electoral, lo que desató la molestia del gobierno de Iván Duque. Obviamente, jamás aceptó que hizo lo que tanto critica.
Pero los conflictos de AMLO, en su circo mediático, no solo han sido con el exterior, pues en México son innumerables los rivales que ha tenido a lo largo del sexenio: empresarios, organismos de la sociedad civil, medios de comunicación, periodistas, asociaciones, organismos autónomos, colectivos, intelectuales, defensores de derechos humanos, padres y madres buscadoras o víctimas de delitos, políticos, jueces, magistrados, ministros, etc., etc.
Bueno, hasta con personas que lo han acompañado a lo largo de varios años en su “lucha social” se ha peleado, como con Marcelo Ebrard por haberle retirado el financiamiento público durante su jefatura de Gobierno en la Ciudad de México; con Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció hace poco que se ha distanciado de AMLO en los últimos años por no cumplir acuerdos; con Ricardo Monreal, quien ha reconocido que por no seguir al pie de la letra los caprichos de AMLO le terminaron por costar el distanciamiento con el Presidente, entre otros.
A unos días que termine su sexenio, López Obrador pretende bajar el telón de su polémico espectáculo con una estocada más a la vida democrática de este país, al meter las manos en el Poder Judicial para poder elegir jueces y magistrados a través del “voto popular”, como si no supiera de los graves riesgos que eso conlleva. Está claro que al -todavía- dueño del circo poco o nada le interesa el bienestar del país, pues su consigna a lo largo de estos seis años siempre fue la misma: O están conmigo o están contra mí. A punto está ya de terminar el espectáculo circense de una persona que le dedicó más de 30 años a buscar el poder y que, cuando finalmente lo tuvo, lo utilizó solo para confrontarse con los que no pensamos igual que él… O usted, ¿qué opina?
X: @jperezarellano