El control electoral
Las campañas avanzan, estamos a poco más de 40 días de la elección y la violencia contra las y los candidatos de todos los partidos es evidente y seguramente será un factor a estudiar después de la elección.
El asesinato más reciente, el de un candidato del frente opositor en Tamaulipas, da cuenta de la fragilidad que tienen las y los candidatos en un entorno de violencia política que muestra, de una manera descarnada, la presencia y, en muchos casos, el control que tienen los grupos del crimen organizado de zonas del territorio nacional.
El control geográfico de zonas del territorio por parte de grupos del crimen organizado les permite vender caro el apoyo financiero que ofrecen a quienes resulten electos: solicitan incluir en el gabinete municipal a personas vinculadas a estos grupos, principalmente en las carteras de seguridad y, más recientemente, en la construcción de infraestructura.
La equidad en la contienda en cualquier nivel de gobierno es fundamental para garantizar una transferencia pacífica del poder público, sin embargo a nivel municipal, el nivel de gobierno que más interesa controlar a los grupos de la delincuencia organizada, el apoyo financiero de estos grupos puede tener como resultado que la competencia electoral no sea equitativa, y, en los casos extremos, estos grupos pueden utilizar la violencia como medio para alterar la boleta electoral, atentando contra algún candidato o candidata.
En las últimas semanas hemos visto atentados contra candidatas y candidatos de todos los partidos. A nivel municipal importa más el candidato o candidata que el partido que lo postula, quien tiene mayor nivel de convocatoria por los recursos que puede invertir en su campaña tiene una ventaja frente sus rivales que no cuentan con recursos para repartir bienes o realizar actos de campaña que pueden atraer un mayor número de personas.
La violencia contra candidatas y candidatos de todos los partidos políticos da cuenta del avance del crimen organizado en la gobernanza de cada territorio. Lamentablemente son ya un factor de gobernabilidad en cada municipio en el que tienen presencia. Por increíble que parezca, las autoridades locales de estos municipios requieren negociar con los grupos delincuenciales para tener un cierto nivel de gobernabilidad.
El tablero electoral a nivel local después del 2 de junio mostrará, en alguna medida, el control de los territorios por parte de los grupos de la delincuencia organizada en el país. Uno de los más grandes retos en los próximos años será ir reduciendo el poder de la delincuencia organizada en la política local, sobre todo a nivel municipal. La alternativa, el control por completo de estas organizaciones de la política local es inaceptable.
Dentro de la reforma electoral que seguramente vendrá después de las elecciones, espero que estén incluidas medidas para reducir la incidencia de los grupos de la delincuencia organizada en la política local.
X: @jesusmenav