Historia. El primer concierto para piano de Gonzalo Curiel data de 1948 y fue estrenado por la pianista Otilia Figueroa en una transmisión radiofónica de la XEW.
Con el propósito de incorporar la obra de uno de los compositores más destacados de la historia de la música popular mexicana, Gonzalo Curiel, al repertorio clásico de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), además de otras agrupaciones musicales del país, Bellas Artes presentó el primer concierto para rendir homenaje al compositor en el 120 aniversario de su nacimiento.
Este reconocimiento se realizó en el marco del 90 Aniversario del Palacio de Bellas Artes, contando con tres renombrados invitados especiales: la soprano Cristina Ortega, la mezzosoprano Encarnación Vázquez y el pianista Rodolfo Ritter, todos bajo la dirección del maestro Ludwig Carrasco.
RECONOCIMIENTO A SU OBRA
Este homenaje significa el reconocimiento a la obra de un compositor mexicano que ha transitado por la música sin fronteras, en un esfuerzo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de romper con esa fragmentación que separaba la así llamada música popular de la música académica o de concierto.
El programa lo formaron, en la primera parte, el "Concierto para piano" y "orquesta núm. 1" con el cual se develó al público esta composición que tocó en vivo en 1948 en la XEW; y posteriormente Gonzalo Curiel estrenó el Concierto número 2 el 21 de noviembre de 1951 dirigiendo a la OSN en el Palacio de Bellas Artes al lado del pianista Edmundo Méndez.
PIEZAS ICÓNICAS
En la segunda parte, las voces de Encarnación Vázquez y de Cristina Ortega recibieron la ovación del público tras su interpretación de las canciones "Dime"; "Calla", "Tristeza", "Incertidumbre", "Un gran amor", "Me acuerdo de ti" y la más popular de todas "Vereda tropical", piezas que estrenaron sus respectivos arreglos sinfónicos realizados por jóvenes compositores mexicanos, en una iniciativa del Inbal y la OSN para poner a disposición de los interesados las partituras y puedan ser interpretadas en cualquier parte del mundo.
El primer concierto para piano de Gonzalo Curiel data de 1948 y fue estrenado por la pianista Otilia Figueroa en una transmisión radiofónica de la XEW. Poco después del estreno, por iniciativa del gobierno del estado de Jalisco, la obra se tocó en el Teatro Degollado de Guadalajara. El público apreció aquí una obra concertante llena de ritmos alegres, con cierta influencia de Gershwin, más que de otros compositores de la época.
UN MOMENTO PARA LA ORQUESTA
Bajo la dirección del titular de la OSN, Ludwig Carrasco, la obra permitió el lucimiento de los integrantes de la Orquesta, en un diálogo perfecto con el pianista invitado, el maestro Rodolfo Ritter, quien se ha distinguido por estudiar la obra de Curiel y ponerla al alcance de los melómanos a través de la grabación de los tres conciertos conocidos del compositor tapatío.
Si esta primera parte del homenaje resultó emotiva y significó el redescubrimiento de Gonzalo Curiel para las nuevas generaciones de mexicanos, no menos emotiva fue la segunda parte del concierto en la que se estrenaron los arreglos sinfónicos realizados a la música popular de Curiel a cargo de los jóvenes compositores Gustavo Larrea, Omar Arellano, Pablo Martínez Teutli, Paulina Monteón, Rodrigo Lomán y Nubia Jaime-Donjuan, quienes se han distinguido por haber sido reconocidos en las diferentes ediciones del Concurso de Composición Arturo Márquez.
El segundo concierto se realizará este domingo, una oportunidad para revalorar dos aspectos de la obra musical del compositor mexicano: su vena clásica --poco conocida hasta ahora-- y su faceta popular y romántica, con algunas de las canciones que forman parte de la educación sentimental de varias generaciones de mexicanos.