Tradición. Hecho por años, el Genkan va más allá de un simple ritual de limpieza, pues es algo con lo que todo converge, desde la comida, hasta el convivir con algún vecino o visitante en casa.
Una costumbre milenaria nacida en Japón es la de quitarse el calzado al llegar a casa; es tan importante dicha costumbre, que los hogares nipones se construyen incluso pensando en ello con una zona de entrada llamada genkan que marca una separación entre el interior y el exterior y en la que los japoneses dejan siempre sus zapatos antes de entrar.
Esa zona se ha ido sofisticando en algunas casas con la incorporación de zapateros y percheros para dejar también paraguas y prendas de abrigo. Para los japoneses descalzarse también cuando se va a una casa ajena es una señal de respeto, y también una forma de mantener la limpieza y el orden y marcar esa separación entre el mundo exterior y el hogar; aquí, de acuerdo al portal Vogue España, te contamos por qué adoptar esta costumbre podría ser beneficioso para tu vida.
LA TEORÍA DE LAS CESTAS
Precisamente los expertos en orden replican de alguna manera esta costumbre adaptándola a las casas del mundo occidental, donde arquitectónicamente no suele hacerse esa separación entre la puerta de la casa y el exterior.
Concretamente, Alicia Martínez (@aly_deco_home en redes) nos explica que ella siempre tiene en la entrada de su hogar una cesta grande en el suelo donde coloca las zapatillas de estar en casa. "Así al entrar me quito los zapatos, evitando pisar el suelo, y seguidamente coloco los zapatos en el zapatero", afirma.
Y hace algo parecido con las llaves (también tiene un cesto para ello en la entrada) y los abrigos que también tienen su lugar en el hall de su casa.
Al mismo tiempo, dejar cada objeto en su sitio al llegar ayuda a que la organización fluya. "Me ayudo mucho de cestos para que cada cosa tenga su lugar y no esté a la vista. Los organizadores y cestas son ideales para agrupar cosas similares, lo que hace que el espacio sea más manejable y evita que se vea desordenado", añade la experta.
¿BACTERIAS?
Quitarse los zapatos al llegar a casa no solo minimiza que entre polvo y suciedad, sino que desde el punto de vista microbiológico también puede evitar problemas, ya que se disminuye el riesgo de transmisión de patógenos que no se depositan en casa.
De hecho, un estudio publicado en 2023 en Environmental Research llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Ciencias Naturales de la Universidad de Macquarie, en Sidney, comprobaron que el 60% de las partículas de los interiores procedían precisamente del exterior.
Concretamente, vieron que en esas partículas había trazas de ciertos metales tóxicos como el plomo o el zinc, generalmente presentes en suelos de la calle y carreteras. Un detalle que corrobora que los zapatos pueden ser también un vehículo de transmisión de estos minúsculos elementos y de microorganismos.
Eso sí, los microbiólogos también recalcan que no se trata de estar completamente descalzos en casa, sino de usar un calzado diferente o unos calcetines en el interior, ya que al ir descalzos también se aumenta el riesgo de contraer infecciones como verrugas plantares, hongos, etc.