
Ubicación. La exposición titulado 'Emocionaire' se presentó en Londres, a orillas del Támesis.
Los globos inundan las londinenses orillas del Támesis en la exposición interactiva "Emocionaire", donde más de 20 artistas reflexionan sobre las emociones humanas mediante los inflables.
Tres millones de personas han disfrutado ya en todo el mundo del Museo de los Globos, un lugar "donde los adultos pueden volver a ser niños" y los más pequeños, tener "una experiencia totalmente única" gracias al arte y a su imaginación, afirmó una portavoz, Giulia Francescangeli.
El singular museo permite que los asistentes interactúen con gran parte de sus obras, algunas de las cuales son exclusivas de la localización londinense, frente a las previamente expuestas en otras ciudades, como Madrid, París o Nueva York.
La pasividad de otras muestras de arte no es compartida por este museo, en el que destaca la posibilidad de interactuar con la mayoría de sus obras. "La interacción es la base de nuestro proyecto", subrayó Francescangeli.
Perderse en un laberinto de globos con "Abismo cúbico", explotar pompas de jabón en "Horizontes de agujeros negros" o jugar con un lienzo multicolor de tacto gelatinoso en "Caleidoscopio" son algunas de las experiencias.
Su buque insignia, compartido en todos los destinos a los que ha acudido el Museo de los Globos, es la gigantesca piscina de bolas, que en esta ocasión recibe el nombre de "Hyperfeeling".
Es así que los globos son el denominador común de las casi 20 salas en las que se divide el museo.