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Habla con tu madre...

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VANESSA BARDÁN PUENTE

Somos más que el fruto de la unión entre un óvulo y un espermatozoide... somos producto de los deseos, fantasías, temores y toda una constelación de emociones y percepciones, de al menos siete generaciones atrás, que se mezclaron para dar origen a una nueva vida.

La herencia emocional es determinante, nuestra historia no comenzó cuando a todo pulmón emitimos nuestro primer llanto. Desde nueve meses antes de la concepción, el Inconsciente de la madre y el niño están fusionados hasta que el hijo cumple tres años.

El bebé, por tanto, se construye en el sistema de representación del espíritu materno, las vivencias de la madre se programan en el embrión y son vividas como propias por el futuro hijo.

Se le llama El Proyecto Sentido, al proyecto que los padres tenían para la vida de sus hijos tanto de forma consciente como inconsciente, qué rol iba a ocupar en el clan, si deseaban que fuera niño o una niña, todos las circunstancias del embarazo, la relación de pareja entre los padres, etc.

En ese período, se proyectan en la mente y el cuerpo del hijo todos esos anhelos, proyectos, deseos y temores del clan familiar. Enfermedades y creencias actuales pueden tener su origen en el Proyecto Sentido.

Las circunstancias en que se produce el parto pueden llegar a definir patrones de conducta y constituir un verdadero impacto emocional que nos condicionará en la vida por diferentes motivos, desde el golpe en las nalgas al nacer, la incompatibilidad sanguínea, el parto pelviano o de nalgas, el parto transversal, el parto por cesárea o con fórceps, los partos lentos o rápidos, tardíos o inducidos, vuelta de cordón umbilical, la placenta previa, el desprendimiento de placenta, ictericia, etc.

De igual manera, una concepción traumática recreará las circunstancias vividas en relaciones posteriores. Por ejemplo mujeres concebidas por violación pueden ser víctimas de abusos sexuales, o un padre muerto en la guerra poco después del nacimiento o concepción puede generar tener parejas que mueren poco después de iniciada la relación.

Existen proyectos que son positivos; pero otros, en cambio, nos bloquearán toda la vida. Todas esas circunstancias deben ser analizadas detenidamente porque el trabajo con la toma de conciencia es fundamental para que la persona comprenda el origen de las situaciones que se producen en su vida.

Esta influencia lleva a reproducir situaciones vividas en el ámbito familiar, ya sea por repetición de la historia, por oposición o por reparación. Por repetición: una madre queda embarazada a una edad determinada y su hija queda embarazada a la misma edad. O mi madre se separa y yo me separo, etc.

Proposición: mi padre es una persona que le gusta la gente intelectual, la gente con mucha cultura y yo me caso con una persona poco intelectual, sin cultura, como a mi padre le gusta algo, yo casualmente busco lo contrario ya que odio lo que le gusta a mi padre y por eso busco una persona que no sea nada intelectual.

Reparación: Yo soy enfermera porque en mi familia hay muchos enfermos o soy médico porque ha habido alguien que ha muerto. O soy farmacéutico porque ha habido alguien que se quedó sin medicamentos.

Las madres siempre dirán que nunca pasó nada y que les hacía mucha ilusión tenerlos, sobre todo por no hacerles daño, lo importante es saber la información y darla explicándolo todo, porque cuando tú lo sabes puedes hacer algo, pero cuando te lo mantienen en secreto vives un proyecto.

El deseo con el que somos concebidos determinará nuestro carácter y hasta nuestro desempeño en la vida. Lo principal es, si es lo que yo quiero o simplemente lo hago por fidelidad o lealtad al clan familiar.

Entonces, la primera clave es hablar con nuestra madre de cómo fue nuestro embarazo. Si fue duro, doloroso, traumático, solitario. Es importante saber qué vivieron nuestros padres durante esos meses. Si me esperaban o fui un niño accidente, si soy del sexo deseado, si papá estuvo ausente, etc...

Conociendo esto, sabremos sobre qué pilares se forjó nuestra vida. Así podremos, desde el amor y sin juicio, sanar esas heridas que todos traemos, cada uno traemos nuestra historia ancestral, y nuestra misión de alma, pero, quien no sana su propia historia está condenado a repetirla...

Escrito en: Cariñoterapia madre, nuestra, circunstancias, padre

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