
La historia de Ángel Maturino Reséndiz, el asesino que conmocionó al FBI
Ángel Maturino Reséndiz fue un mexicano apodado “The Railroad Killer” o por su traducción al español “El asesino del ferrocarril”, responsable de múltiples asesinatos en 3 diferentes estados de Estados Unidos en la década de los 90's.
Nacido el primero de agosto de 1959 bajo el nombre de Ángel Leoncio Reyes Recendis en el municipio de Izúcar de Matamoros, Puebla, era maltratado física y sexualmente, acciones que lo llevaron a desarrollar diferentes trastornos mentales como la paranoia, esquizofrenia, etc.
En la época de los 70's, Ángel comenzó su camino a los Estados Unidos para cruzar de manera ilegal, donde tiempo después sería deportado por varios delitos que el hombre concretó, tales como: asalto a viviendas, robo de vehículos, falsificación de documentos y posesión de armas, todo esto en los estados de Florida, Kentucky, California y Washington, en donde también trabajaba de manera temporal comerciando naranjas, tabaco y lechuga, con todo esto inició su historial como deportado.
Para 1979, a este hombre se le conocía como Rafael Resendez-Ramírez o Ángel Reyes Reséndiz y se había casado con Julietta Domínguez, 6 años después sería puesto en libertad y regresó a México.
El asesino inició su lista en 1986 cuando disparó a un indigente y a su pareja, dejándolos cuerpos en una granja y volvería a pisar la cárcel pero solo sería por 18 meses por falsedad documental y posesión de armas de fuego.
Su segunda víctima sería un norteamericano de 33 años en Lexington, Kentucky en 1991 de nombre Michael White, el estadounidense moriría por golpes en la cabeza con un ladrillo, el mexicano lo mataría por ser homosexual según confesó años más tarde en su detención.
A partir de ese año hasta el final de los noventas, Ángelo mató a un aproximado de 23 personas, todas estas no tenían un patrón o un perfil concreto, eran hombres y mujeres de todas las edades, clases sociales y etnias, ¿lo único en común? La cercanía de su vivienda a las vías del ferrocarril o de alguna estación de tren.
Al ser prácticamente un vagabundo, Ángel no contaba con muchos recursos, por lo que por lo regular asesinaba con piedras, ladrillos, picos y demás objetos que se encontraba, en muchas ocasiones, a las víctimas femeninas las agredía sexualmente, en todas sus víctimas, siempre se llevaba su dinero y objetos de valor.
Ante estos eventos del asesino serial, las autoridades empezaron a ofrecer cantidades de dinero impresionantes, rebasando los más de 50mil dólares. Con este tipo de anuncios de la búsqueda del criminal, un familiar del delincuente se puso en contacto con la policía.

Tras varios intentos del FBI de convencer a la familia de Ángel a que se entregara, en 1999 lo lograron y fue llevado a Houston para interrogarlo y ver que le deparaba la justicia. En este tiempo, el asesino declaró muchos asesinatos más y justificaba destruir las clínicas abortistas y eliminar a homosexuales, autodenominándose como “ángel vengador inmortal” y procedente de Dios.
Las autoridades lo dieron como culpable y dándole pena de muerte para el 27 de junio de 2006, mientras tanto estaría encerrado en la prisión de máxima seguridad de Livingston.
Con el día del castigo acercándose, fue llevado a la Unidad de Hunstsville en Texas para aplicarle la máxima pena. “El asesino del ferrocarril” terminó con la vida de 15 personas.