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Bar Nacozary: La segunda cantina más antigua de Durango

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Bar Nacozary: La segunda cantina más antigua de Durango

SERGIO SÁNCHEZ CARRASCO

Con el propósito de rastrear los orígenes remotos de las cantinas tradicionales durangueñas, metí varias solicitudes de acceso a la información pública en el Ayuntamiento de Durango, porque es el que expide las patentes para la venta de bebidas alcohólicas; sin embargo, al cotejar las respuestas que me dio con mis registros, me di cuenta que los datos oficiales son inexactos. Por tal razón, decidí que era mejor acudir personalmente a los bares para hacer investigación de campo; ni modo, tuve que sacrificarme en pro de la cultura local.

Platicando con dueños, administradores, cantineros y parroquianos, existe el consenso popular que la segunda cantina más antigua de Durango en funciones, es el Bar Nacozary. Por ello, contacté al dueño del lugar, quien me atendió con toda amabilidad, permitiéndome acceso total y brindando información muy valiosa.

Esto fue lo que sucedió durante mis visitas a la taberna. Dialogué con un parroquiano que sugirió acudir con el historiador Miguel Vallebueno o con Javier Guerrero Romero, cronista de la ciudad de Durango, para determinar la edad del Nacozary. Luego, otros clientes se sumaron a la plática y así empezó un conversatorio donde todos juntos empezaron a hacer memoria, hasta que uno de ellos recordó que en la pared estaba colgado el reconocimiento otorgado por el Gobernador de Durango en 2019, reconociendo los 85 años de vida productiva del negocio; "alguien tuvo que haber fijado ese período", se comentó. Con base en ello y haciendo las cuentas respectivas, concluimos que el bar debió fundarse en 1934, por lo tanto, actualmente tiene 90 años de servicio.

Por otra parte, el dueño del bar sacó un ejemplar de la revista "Alarife" de 2008, donde el historiador Benjamín Torres Vargas dio a conocer que, en la década de 1940, el dueño del "Nacozary" era Alberto Castro Graciano, empleado de ferrocarriles; ello influyó para bautizar así a la cantina y el nombre se extendió al Hotel Nacozary, que también era de su propiedad y estaba en calle Independencia casi esquina con Hernández.

Regresando al presente y con el propósito de conocer las preferencias de la clientela, le comenté al cantinero que seguramente la bebida más popular es la cerveza, pero para mi sorpresa, me contestó que el favorito es el mezcal. Luego se me ocurrió preguntarle cual es la especialidad de la casa y me dijo que "La Piedra", un coctel muy acostumbrado que se elabora con fernet, anís y mezcal; "sírvanle una Piedra pa' que la pruebe", dijo el dueño del negocio. Pos me eché media copa de un jalón y sentí el impacto de esa tradición etílica durangueña descendiendo por mi garganta, con todo su poderío forjado durante décadas; me dijeron que "esa bebida es para curarse la cruda, pa' nivelarse"; pero en mi caso sirvió para subirme al avión.

Consumí la copa hasta el final, y para entonces mi lengua estaba adormecida, no obedecía bien. No obstante lo anterior, seguí adelante con mi investigación como todo un profesional, y pedí al dueño del Nacozary que me compartiera algunos momentos estelares del lugar. "Se han filmado adaptaciones de leyendas locales que han sido transmitidas por televisión, también varios grupos musicales han grabado videoclips de sus canciones. Por otro lado, aquí somos fanáticos del futbol americano y cuando es el Superbowl, juntamos a toda la raza para festejarlo en grande".

Empiezo a ver borroso, por lo tanto, anuncio que haré mi última pregunta ya para irme, pero el cantinero me dice: "Ni modo que se vaya sin tomarse la del estribo", y que me sirve otra Piedra, pero sustituyendo el mezcal por tequila. Me la acabé de un jalón y pregunté ¿Cuáles figuras relevantes han visitado el Nacozary?, y el propietario me contesta: "José Ángel Medina (QEPD), fundador y líder del grupo Patrulla 81; Mario Adame, compositor del corrido de Canatlán; Enrique Gutiérrez, acordeonista brillante; algunos ejecutivos de Minas de Bacis y de Canal 10 de televisión".

El ojo experto del cantinero detectó que yo ya andaba entonado, y me dijo "¿Le pegaron las Piedras, verdad?" Efectivamente, le contesté. Por ello mejor procedí a retirarme decorosamente, antes de salir en cuatro patas.

Si quieren conocer el interior del Nacozary, véanlo en el siguiente código QR que contiene video, donde muestro una de mis visitas a dicha cantina.

Escrito en: caleidoscopio dueño, cantinero, conocer, cantina

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