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Los títulos estrambóticos y sus lectores estupefactos (II)

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Los títulos estrambóticos y sus lectores estupefactos (II)

Los títulos estrambóticos y sus lectores estupefactos (II)

J. SALVADOR GARCÍA CUÉLLAR

La semana pasada le propuse reflexiones sobre títulos de libros y otras cosas que nos inquietan porque son contradictorios, ahora seguimos con más ejemplos.

Un caso muy actual (y muy literario, por cierto) es el título que dio a su último libro José María Pérez Gay: La Profecía de la Memoria. Hermoso nombre para una colección de ensayos. La profecía se refiere al futuro, y la memoria al pasado. No se puede profetizar lo que ya pasó, o bien, no se pueden recordar los hechos contenidos en una profecía porque aún no suceden. Pérez Gay da este sugestivo nombre a su libro que contiene ensayos sobre Thomas Mann, Hanna Arendt y Martin Heidegger, pero en estos textos no recuerda lo que ellos profetizaron -en ese caso el título sería la memoria de la profecía-, su intención es muy otra, y no sé si la extraña nomenclatura está justificada por el contenido.

Lo mismo hace don Yuval Noah Harari, historiador israelí, quien titula su libro La Historia del Futuro. Sabemos que lo que vendrá no tiene historia, pues si la tuviera tendría que haber pasado desde hace ya mucho tiempo. Aquí sí parece haber cierta justificación al título contradictorio, pues su ensayo trata de desmitificar la idea sobre el supuesto avance colectivo con la invención de la agricultura hace más de diez mil años, y las consecuencias de ese progreso (Yuval Noah lo entrecomillaría) en los próximos dos siglos.

Por lo demás, yo creo que una profecía (si existen verdaderamente) muy bien podría ser el recuerdo del futuro, lo que sería, como ya dijimos, contradictorio.

Octavio Paz no se queda atrás a la hora de titular con nombres contradictorios algunas de sus obras. El ejemplo más obvio es El Ogro Filantrópico. Un ogro es un terrorífico ente que come humanos, y un filántropo es alguien que beneficia a los demás porque los ama, por tanto no puede existir alguien que engulla a quienes estima. ¿Quién o qué es el ogro filantrópico que de suyo es una contradicción? El ogro filantrópico es el Estado mexicano, el que tiene actos humanitarios y de solidaridad con la población, el que asiste, el que subsidia a los más pobres, pero es al mismo tiempo represivo y violento. No sólo eso, también censura y persigue, no con la brutalidad de las dictaduras militares de Sudamérica, pero sí como cualquier régimen iberoamericano oligárquico, con cierres de espacios en lo económico y en lo político. Recordemos que Paz escribió este libro en los años setenta.

Nicolás de Cusa es un autor renacentista. Él tituló a uno de sus libros La Docta Ignorancia, obra ahora perdida y de la que solo conservamos algunos jirones gracias a las citas que hicieron otros escritores. El título también resulta contradictorio, pues si la ignorancia es así, ignorante, de ninguna manera puede ser docta, ni sabia, ni culta, ni ilustrada. En este libro, el filósofo de tradición neoplatónica sostiene que tanto Dios como el universo o la verdad son infinitamente distantes para el entendimiento humano, de forma que, por más aproximaciones que se hagan en busca de su conocimiento, nunca lo finito alcanza y comprende lo infinito, y siempre son posibles otras nuevas aproximaciones, con lo que el conocimiento humano de tales temas nunca es propiamente conocimiento, sino ignorancia ilustrada, o cuando mucho, conjetura.

D'anuzzio es un dramaturgo italiano conocido por haber profesado la ideología fascista. Él escribió, entre otros muchos textos, un drama titulado La Antorcha Escondida, lo que también es una flagrante contradicción, pues si encendemos una antorcha, es para que nos ilumine, no para ocultarla. Ya lo dijo Jesús de Nazaret: "Nadie enciende una lámpara y la pone debajo de un cajón", ¡claro! eso no tiene sentido, pues si prendemos una antorcha ya no podemos esconderla porque causaría un incendio en el escondite, pero además, y es lo más importante, no cumplirá el propósito para el cual la encendimos: iluminarnos.

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