
Marcelo Torres Cofiño, verdugo del PAN en Coahuila y Durango
Al igual que en Coahuila, en Durango el panismo también fenece. El Partido Revolucionario Institucional saca raja de ello para tomar el control político absoluto en estas dos entidades. El PAN no logró replicar el triunfo de Aispuro de 2016 al año siguiente en el vecino estado, cuando estuvo a una nada de arrebatarle a su hoy aliado la gubernatura y fue entonces, cuando comenzó el desahucio.
El 2017 fue un año esperanzador para Acción Nacional en Coahuila, pues el partido venía de arrebatarle al tricolor un reinado que poseía desde el año 1929 en Durango, cuando era el PNR. Guillermo Anaya, entonces estuvo muy cerca de llegar a gobernar a los coahuilenses, pero sucumbió en los tribunales gracias a las traiciones en su partido que terminaron por aniquilar su aspiración.
Una bocanada de aire pudo tomar el PAN en 2018, cuando Marcelo Torres Cofiño llegó a la presidencia de la Junta de Gobierno del Congreso de Coahuila ese mismo año, y cuando históricamente el poder legislativo en aquella entidad pudo tener mayoría de legisladores, mujeres y hombres de oposición al régimen del Partido Revolucionario Institucional.
No obstante, los contrapesos jamás se hicieron sentir en Coahuila y por el contrario se corrompieron las balanzas al poder, cuando el mismo Torres Cofiño seguido por el grupo parlamentario panista pactaron con el entonces gobernador priista, Miguel Riquelme, con quien sepultaron cualquier vestigio que quedara sobre el mega endeudamiento producto del moreirato.
En los últimos años, Marcelo Torres Cofiño se ha convertido en una de las piezas clave del Comité Ejecutivo Nacional del PAN en Coahuila y Durango. Hace siete años, como delegado del CEN le levantó la mano a José Rosas Aispuro y en 2022, fue también el encargado de los acuerdos pactados con el PRI para llevar a Esteban Villegas, como candidato de la alianza al gobierno del estado.
Ese año en Durango, cuando se coaligaron estos dos partidos otrora antagónicos, el PAN fue mostrando sumisión ante un priismo que venía de haber hecho de todo para orillar al fracaso a la administración aispurista. Hoy el panismo duranguense le levanta la mano y lanza vítores hacia su nuevo jefe político, que no es de su partido, cuando antes señalaban a dos exgobernadores priistas de ser responsables del atraso del estado.
Si hay un responsable de la debacle a nivel nacional del PAN, sin duda ese es Marko Cortés; pero en Coahuila y Durango, el culpable es Marcelo Torres Cofiño, quien no solo firmó los acuerdos en la repartición de espacios en nuestra entidad para Acción Nacional, sino que entregó a Aispuro y a la militancia al igual que la propia dirigencia estatal panista, poniéndola al servicio del PRI y del gobernador, Esteban Villegas Villarreal.
EN LA BALANZA.- En Durango capital andan algunas patrullas de las antigüitas que disfrazaron de “perronas”, portando todavía placas de circulación de la pasada administración estatal. A un año de haberse instaurado el replaqueo, difícilmente podríamos pensar que el municipio se haya amparado para no renovar las láminas de esas unidades. ¿Cuál será entonces la justificación del alcalde Toño Ochoa, para permitir que estos vehículos no hayan cumplido con el cambio de placas? CERROS SECOS Y PELONES… Ayer habitantes afectados por la obra Agua Saludable para La Laguna en la comunidad de León Guzmán, del municipio lagunero de Lerdo, bloquean la carretera libre a Durango luego de venir padeciendo el desabasto del vital líquido por más de mes y medio. Aseguran que el proyecto fue inaugurado solo para la foto. ¡Brujos!
Twitter / X: @Vic_Montenegro
